Antonio y Martín se follan a la hija de un amigo
Fecha: 12/10/2025,
Categorías:
Hetero
Autor: AntonioSPA, Fuente: TodoRelatos
... hasta las tripas, que esta guarra lo estaba pidiendo a gritos.
Antonio empezó a moverse con fuerza, marcando un ritmo profundo, firme, empujando hasta el fondo en cada embestida. Eva temblaba entre los dos, completamente entregada, con las manos apretadas en las sábanas, el cuerpo arqueado y los ojos vidriosos. No podía hablar, pero su respiración lo decía todo.
—No sé si me voy a aguantar mucho más —resopló Antonio, apretando los dientes—. Está demasiado apretada, joder…
Martín soltó una carcajada ronca, aún encima, dominando la escena con esa calma bruta suya.
—Pues no te cortes, tío. Rellénala. Que la muy zorra cague tu leche hasta la semana que viene.
Y eso hizo Antonio. Unos cuantos empujones más, un gruñido seco, y se vino dentro, profundamente, dejando escapar un suspiro cargado, con el cuerpo entero en tensión y la polla latiendo dentro de ella mientras descargaba hasta la última gota de lefa que hubiera en sus huevos.
Eva soltó un gemido grave, más tembloroso que antes, mientras su cuerpo reaccionaba a esa oleada caliente que le llenaba las entrañas.
Antonio se dejó caer hacia atrás, sudando, jadeando con una sonrisa sucia en la cara.
Martín, jadeando y con la polla aún dura, se movió como un gorila hacia Antonio y le dio un codazo con una sonrisa pícara.
—Aparta, tío, que quiero ponerle el sello a esta guarra.
Antonio sonrió con suficiencia y salió de la cama, sentándose en la silla que antes había ocupado su amigo mientras ...
... éste se colocaba sobre Eva. Se estiró, con las manos y las puntas de los pies apoyados sobre el colchón, como si fuera a hacer flexiones, y sin perder ni un segundo empezó a follarle la boca con un ritmo salvaje y sin compasión. La boca de Eva se ajustaba a su polla a la fuerza, convulso el cuerpo debido a las arcadas, mientras él marcaba el tempo, bajando y subiendo con fuerza, sin piedad.
Ella se retorcía asfixiada, sus manos aferradas a los muslos de Martín mientras él la follaba sin descanso, disfrutando cada segundo, sintiendo como sus bolas golpeaban la barbilla de la chica con cada arremetida.
Antonio desde la silla no podía evitar soltar algún gruñido y mirar con ojos entrecerrados, disfrutando del espectáculo.
—Hostia puta, campeón… le vas a dejar la garganta tan llena que ésta va a eructar tu nombre después de cada comida.
Martín apretó los dientes, aceleró el ritmo y, sin avisar, se corrió profundo, aliviándose dentro de la garganta de Eva con un gruñido ahogado, mientras ella tragaba sin pestañear, sintiendo un reflejo nauseoso que apenas consiguió controlar.
Cuando terminó, Martín se dejó caer boca arriba a su lado, con la polla aún erecta y babeada, jadeando, mientras Eva tosía procurando no vomitar.
Antonio se levantó, atusándose la barba cana y mirando a Martín con un brillo de orgullo fraternal.
—Coño, chaval… si te dan un euro por cada arcada que le has sacado, te forras. ¡Qué manera de follar bocas, joder! Hasta yo he tragao saliva ...