1. Vagabundos al Ataque


    Fecha: 20/04/2018, Categorías: Zoofilia Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... rico, que sabor pedazo de verga tienes cabrón, le decía en mi calentura de hembra en celo, entre mis piernas, sentí a uno de los otros perros, que me quería coger, pero tomándome de la pierna, a lo que compasivamente, tuve que soltar momentáneamente a mi perro vagabundo calentón, y dándome la vuelta me puse en posición de perra dispuesta a recibir a su macho, pensando que, sería el que estaba en la pierna quien me daría verga, pero no fue así, pues el perro al que estaba mamándole su vergón, de una tarascada, lo alejo de mí, y él fue el que me montó. Guauuuuuu, me hizo aullar el perro vagabundo con la estocada que me dio, de un solo empujón, atino a mi posita del placer, desesperadamente empujaba hacia delante mientras con las patas delanteras, me jalaba para poder meterla más y más. Yo por supuesto que no me negaba, me dejé meter todo lo que él quisiera hasta donde él quisiera, mientras él quisiera. Pero no demoró mucho aquello, porque a lo mejor tenía mucho tiempo sin coger, y no tardo mucho en venirse, tan rápido, que no tuve tiempo de venirme, pero apretando fuerte mis nalgas, no lo dejé que la sacara, y llamé a otro de los perros aquellos vagabundos, y mientras estaba ensartada por aquel gandul, le empecé a mamar la verga a ese perro sucio y callejero, al igual que el otro, no tardo mucho en venirse, llenándome la boca de su leche abundante y caliente. En el paroxismo de la mamada afloje mis nalguitas, y el otro perro se salió, dejándome toda empapada de leche. Auchhh, ...
    ... cabrón, avísame. Pero no bien me sacó la verga, cuando otro de los vagabundos ya me estaba lamiendo mi cuquita llena de jugos del otro perro y al igual que el otro, sin avisar, se subió a mis caderas y empezó a buscar con su puntita la entrada de mi cuca. Mhnnn, siiiiii, dame, dame tú también, dame perrito bonito, eso así, busca la entradita mi niño, Ayyyyy, no, no tan duro mi amor, ayyyy, espera, no te desesperes, que no me voy a ir, ahhhhh, así, ya entró, ahora si, dale a esta perra cachonda lo que está necesitando. Y empezó el clásico vaivén de cópula, con una velocidad vertiginosa, hasta que terminó, y como era más pequeño de verga que el otro, se sacó enseguida, pero rápidamente llegó el tercero. Este también me ensarto al igual que el primero, a la primera estocada, yo ya estaba bien empapada de leche, y no hubo ningún problema en recibirlo. Me entregué como buena hembra enamorada de su macho, y lo dejé que se moviera de manera complaciente. Mhnnn, que rico se movia este también, casi tan rápido como el segundo, y de tamaño no andaba tan alejado, tenía algo así como dieciocho o veinte centímetros de largo, después de la bola, y con este si, cuando sentí que empujó fuerte para ensartarme su bola, me abrí lo más que pude, y cuando sentí aquella exquisitez de verga en mi interior, entonces si, apreté tan fuerte como pude mis nalguitas, para que se quedara abotonado conmigo. Guauuuu, que culiadota tan rica me ha dado aquel perro vagabundo. Este, se quedo pegado conmigo como ...