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La isla de los castrados IV (FINAL)
Fecha: 20/08/2025, Categorías: Dominación / BDSM, Autor: ana, Fuente: TodoRelatos
Manuel seguía tumbado bocarriba en el suelo, a los pies del sofá mirando hacia la tele tal como le habían ordenado sus hermanas menores, que también miraban el programa. Estaba desnudo y con las manos atadas a la espalda. Su hermana Daniela estaba sentada sobre su vientre y miraba como su hermana mayor, sentada sobre las piernas, jugaba con los hinchados testículos. Unos testículos que Ana había pateado y luego Daniela había golpeado dos veces con el puño. A Ana le encantaba tocar esas curiosas bolas. Eran suaves, blandas y escurridizas. Pero lo que más le gustaba era saber que el tacto de sus dedos y los movimientos que les hacía eran muy dolorosos para su hermano, que se estremecía y se quejaba entre dientes cada vez que Ana hacía determinados movimientos o tocaba en ciertas zonas de sus testículos. Estaba siendo muy duro para el débil ego del chico aceptar la humillante situación, pero no le quedaba más remedio. Su hermana de catorce años lo había tumbado de una sola patada y nada podía hacer ahora para vengarse o cambiar su vergonzosa situación. Estaba totalmente a merced de sus hermanas. Lo tenían, literal y figuradamente, cogido por los huevos. Para colmo tenía que ver el dichoso programa, en el que con toda seguridad vería como Melany castraba a algún hombre. Solo con verla en pantalla le daban escalofríos y aumentaba el terrible dolor de huevos. En la pantalla, una exuberante Melany estaba llegando al pico más alto de la isla preguntándose si quedarían ...
... más rivales con vida. Avanzaba entre los árboles con cautela cuando una mole cayó sobre ella desde lo alto de un árbol. Se trataba del último hombre en pie, el cual la golpeó tan fuerte al caer que la chica perdió el conocimiento. Quedó tumbaba mirando al cielo y el tipo se detuvo un momento a contemplarla. Pudo verse en todas las casas como su polla crecía y se levantaba con solo contemplar el perfecto cuerpo de la mujer. - ¿Esto es un regalo para celebrar la victoria? – se preguntó el tipo, que no entendía la presencia de una chica tan bella en la isla. Sin pensárselo se tumbó sobre ella y empezó a besarla y a tocarla por todas partes. Le estaba comiendo las tetas cuando Melany empezó a moverse volviendo en sí. El tipo rápidamente le dio la vuelta y la puso a cuatro patas, terminando de despertarla con una violenta palmada en el culo. La chica se quejó y volvió a hacerlo cuando sintió que la polla del tipo entraba con fuerza en su coño. - ¡Cabronazo! – lo insultó entre gemidos de dolor y placer intentando zafarse. Pero el tipo la tenía bien sujeta por las caderas y siguió penetrándola con fuerza una y otra vez. - Estate quieta. Disfruta. – ordenó él, jadeante. El tipo lo estaba gozando, pero ignoraba que Melany sabía perfectamente cómo defenderse en esa situación. La joven bajó la cabeza y miró hacia atrás bajo ella. Ahí pudo ver lo que quería: los testículos del tipo balanceándose y golpeando su coño con cada embestida. Sin esperar más pasó una mano bajo ...