1. La mujer perdida II (Capítulo VII)


    Fecha: 19/08/2025, Categorías: Infidelidad Autor: Oldieman, Fuente: TodoRelatos

    ... comencé a besarlo y a lamer su irritado e inflamado clítoris.
    
    Alteraba las caricias de mi lengua con fuertes chupetones en su pequeño y precioso capullo, que antes era sonrosado, y por momentos se estaba poniendo de un tono bastante oscuro, comencé a dar lametones fuertes y chupetones en sus labios mayores, tras un par de minutos de intensa tortura en su vagina, me desabroché mi pantalón y dejé expuesto mi Inhiesto pene. Sin el más mínimo miramiento, coloqué mi miembro en la entrada de su conejo, y de un fuerte empujón se la clavé por completo.
    
    Llegó el momento en el que ella apenas sentía ya dolor, puesto que ante aquellas embestidas apenas La sentí quejarse.
    
    Eso o que, durante la noche anterior, dicha cavidad se le había quedado tan grande y holgada que no sentía nada. Durante varios minutos imprimí fuerza e ira en ese continuo mete saca.
    
    Mientras la follaba, continué dándole fuertes cachetes en los muslos, eran sonoros y escandalosos, que ella me miraba con una mezcla entre asombro y temor.
    
    Ya me sentía lanzado, y continué con un Mete saca frenético, me dejé llevar por la ira y la pasión y comencé a palmearla fuerte en los pechos, los muslos y finalmente agarré su cuello y comencé a darle cachetadas en los mofletes, En un momento dado, Coral, entendiendo que ese era el pago por el dolor que me había infligido, aceptó la situación y se dejó llevar, permitiendo que la abofeteara por todo su cuerpo. Finalmente, nos dejamos llevar cada uno por su rol, yo me ...
    ... detuve y la agarré del pelo, ella emitiendo gruñidos y jadeos violentos, se dejaba hacer todo lo que yo quisiera, de modo que no perdí la ocasión y de un fuerte tirón de pelo, le di la vuelta y la volví a tumbar contra la mesa. Ese precioso, redondo y totalmente expuesto trasero. Abierto exprofeso para mi deleite, me estaba pidiendo guerra.
    
    Y yo directamente se la iba a dar.
    
    Solo pensaba en que la noche anterior no se quejaba lo más mínimo, pero conmigo se iba a quejar y bastante.
    
    Directamente escupí en mis dedos y le di un repaso a su agujero irritado por la intrusión nocturna.
    
    Sin miramientos, sin piedad, sin el más mínimo remordimiento, la penetré con fuerza y con furia, ella no pudo soportarlo y emitió un alarido de dolor. Intentaba zafarse de mis duras en vestidas sin éxito, porque la tenía sujeta del pelo y las piernas las tenía muy abiertas y sujetas contra las mías.
    
    Así permanecí, al menos durante tres minutos seguidos, penetrándola fuertemente, por un momento, ella dejó de llorar, quizás porque ya no le quedaban lágrimas, y simplemente se dejó hacer. Posiblemente, aquello era ya algo más parecido a una violación que otra cosa. La persona que más amaba en este mundo, estaba sufriendo un terrible calvario ante mí.
    
    Finalmente, me corrí de una manera brutal, bestial, como nunca lo había hecho, a sabiendas de que no había habido ni el más mínimo atisbo de amor en dicho acto.
    
    Una vez terminé, me separé de ella unos pasos y el espectáculo visual me dejo ...
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