Esther: despedida de soltera en familia (FINAL) - Relatos Eróticos

Esther: despedida de soltera en familia (FINAL)

... ¡Ahhh! ¡Ahhh! - gemí cuando la culminación de un hermoso acto de amor llegó, cuando su cuerpo y el mío se relajaron un poco, sin separarnos el uno del otro, besando nuestros labios, acariciando nuestros rostros con nuestras mejillas, abrazándonos con fuerza sin querer apartarnos el uno del otro, sabiendo que aquel encuentro sería el primero en una larga noche de pasión y sexo; pero antes de que aquel festival de gemidos y fluidos corporales continuara, había algo que tenía que decirle, que ya no podía guardar en secreto por más tiempo, que me corroía las venas a pesar del miedo que me provocaba la posibilidad de que su reacción me desilusionara.

- ¿Sabes algo? Eres la tercera persona que más amo en este mundo - dije con una voz traviesa mientras él se apartaba un poco y me miraba a los ojos, mostrando un gesto incierto en su rostro, pero sin decir nada, cediéndome el control de aquella pequeña charla - la primera es Tere, por su puesto, y luego… - hice una pausa, mirándolo a los ojos, viendo cómo fruncía el ceño incapaz de comprenderlo.

- ¿Y luego? - preguntó sin poder contener su curiosidad, pero no hubo respuesta con palabras, solamente lo empujé un poco para que levantara su cuerpo del mío y dirigí mi mano hacia mi vientre, acariciando mi pancita mientras los ojos de mi hombre se desplazaban hacia abajo, antes de abrirse mucho, a la vez que mi corazón palpitaba enloquecido a la espera de la reacción que tendría mi hombre al saber que sería padre una vez más.

No ...

... hicieron falta palabras para saber lo feliz que estaba Rodrigo con la noticia, no me hizo falta nada más allá de ver su cara contraída por el llanto y la felicidad que aquello le había llevado a su vida, un sentimiento que compartí con mi hombre, pues sabíamos que aquel pequeño ser, al igual que Teresa, había sido engendrado en el amor, que esas hermosas criaturas vivirían en una familia de los amaría sin condiciones, que jamás conocerían la miseria por la que nosotros atravesamos y que vivirían rodeados el profundo amor de la familia que construimos desde la calamidad y que nos llevó de la mano a conformar nuestra propia felicidad.

Rodrigo me besó incapaz de controlar su llanto, tomó mi rostro con sus manos y sus labios no dejaron de besar mi boca con pequeños besitos que recorrieron luego mi rostro, mis mejillas, mi nariz y regresaron nuevamente a mis labios antes de mirarnos una vez más, sonrientes y llorosos, con un brillo de felicidad en nuestros ojos.

- ¿Acaso sabes lo mucho que te amo? - me preguntó. Yo asentí sin dejar de mirarlo, sintiendo junto a mi hombre todo el amor que en una primera vida me había faltado, mientras me preguntaba ¿Cómo fue que una chica que estuvo a punto de casarse con un tipo a quien no amaba, pudo llegar a formar una hermosa familia, a lado del hombre a quien amó durante toda su vida y con quien vería crecer a sus hijos y vivir feliz por el resto de sus vidas?

FIN

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