Elda, la instructora de la Sección Femenina. I
Fecha: 26/06/2025,
Categorías:
Lesbianas
Autor: Amor clandestino, Fuente: TodoRelatos
... azul o blanca con el yugo y las flechas bordados en rojo, faldas negras ceñidas con un cinturonazo, pantalones anchos negros en algunas ocasiones y boina roja. Un poco de todo. Cuando me ven, todas me saludan y me dan las gracias. Algunas más simpáticas y otras menos. Sí que es verdad que las instructoras en las que se tienen que reflejar sus alumnas para serlo ellas también, tienen muy mala uva y siempre van con mirada de hielo.
El trabajo genial. En las notas diarias de la directora, más de una vez me escribía «excelente trabajo, Cándida», algo un tanto extraño teniendo en cuenta la disciplina extremadamente severa y fría de aquel lugar. Al fin y al cabo estaba haciendo mi trabajo como toca, ¿no? Todas las notas iban firmadas con un nombre: «Elda».
Me sentía bien conmigo misma dentro de lo que cabe. Aunque... Esa sensación de sentir que hay algo extraño en mí sin saber (o negarme a ver) exactamente el qué, regresaba en mí paulatinamente con el paso de los días. Y con mucha fuerza. Le daba muchas vueltas en la cabeza, demasiadas. Hasta el punto de tener dificultades para conciliar el sueño... Había algo entre estas mujeres... Bueno, no en general, concretamente en una de ellas... Una de las instructoras... Que me hacía sentir extraña. Muy extraña. Cada vez que la veía sentía un escalofrío muy extraño a la par que intenso recorriendo mi cuerpo entero.
Era una mujer muy hermosa... Tal vez no canónicamente, pero al menos para mí. Demasiado hermosa. Estaba ...
... percatándome de que lo que sentía cada vez que veía a esa mujer no tenía nada que ver con una simple admiración hacia la belleza femenina sino que era algo que iba más allá. Mucho más allá.
Es una mujer que, a juzgar por la edad, rondaría ya la cuarentena (o sea, más madura que yo), increíblemente alta (mide casi 1,90), bien gordita y proporcionada a la vez, de voluptuosas curvas (grandes pechos y trasero), de tez muy blanca, con una larga y bravía melena castaña clara y ondulada que quita el sentido, siempre recogida con una coleta y con un flequillo largo peinado de lado, labios carnoso con una profunda mirada de unos pequeños ojos cafés. Una hermosa mirada y un hermoso rostro, a la par que de perdonavidas y de estar aparentemente enfadada con el mundo. Lleva gafas, lo que todavía acentúa más su aire autoritario, viste sus uniformes paramilitares de camisa azul o blanca con el yugo y las flechas bordados en rojo y repletas de condecoraciones e insignias, falda negra ceñida a su voluptuosa cintura con un cinturón bien grande o a veces pantalón ancho negro y botas o chanclas negras de cuero, plataforma y taconazo.
Como ya he dicho, es una de las instructoras. La de educación física y FEN (Formación del Espíritu Nacional). Y precisamente la que tiene más mala leche y la más temida de todas. Puedo escuchar sus gritos estando ella en la otra punta del edificio. Además, un grande silbato siempre pende de su ancho cuello, con el que silba a unos decibelios por encima de lo moralmente ...