Terminé metiéndome profundamente en el personaje de la loquita que interpretaba…
Fecha: 13/05/2025,
Categorías:
Dominación / BDSM,
Gays
Sexo en Grupo
Autor: Martehijodejupiter, Fuente: SexoSinTabues30
Terminé metiéndome profundamente en el personaje de la loquita que interpretaba…
Estudio arte dramático, y hace varios meses, me metí tanto en el personaje de homosexual que realizaba en una obra de teatro, que dejé que otro actor, como acostumbran a decir los chicos rosas, me hiciera el amor. La obra es la Jaula de las locas, obra en la que yo le daba vida al personaje del sirviente homosexual, o mejor dicho de la loquita mucama, que es una loquita desenfrenada, sin ningún tipo de pudor. Pero según el director, a pesar de todo lo buen actor que soy, modestia aparte, no podía comunicar la realidad del personaje, según el director, parecía una graciosa caricatura de un gracioso mariconcito, simplemente porque no había querido meterme dentro del personaje. Los ensayos fueron dándose, uno tras otro, y un día antes del estreno, uno de los actores principales, me dijo a manera de consejo. “No logras entrar en el personaje, porque tienes miedo.” “¿Miedo a qué?” le pregunté yo, y él me respondió. “Miedo a que te guste, convertirte en maricón.” Sus palabras me impactaron, ya que en el fondo yo temía que eso fuera cierto, después me dijo. “Tú mismo sabes que la actuación que haces, no te convence ni a ti mismo, y mientras, no te puedas convencer a ti mismo, no podrás convencer a nadie, por muy buen actor que seas.” Así que tomé la decisión, de meterme por completo dentro del personaje de la mucama, ese día durante el ensayo, me vestí únicamente con el muy apretado y cortito ...
... pantalón y la ajustada blusa amarrada, por encima de mi barriga, me maquillé, y procuré en todo momento, antes de decir o hacer algo, detenerme a pensar como realmente lo haría si fuera una loquita degenerada y pervertida. Esa tarde todos me felicitaron, por la manera en que proyecté el personaje de la mucama durante el ensayo. Pero antes de salir el actor principal, que le tocó realizar el papel de George, uno de los dos personajes principales de la obra, me invitó a su casa, para que continuásemos ensayando. Yo me pensaba cambiar de ropa, pero él en un tono bien profesional me dijo. “Atrévete a salir a sí vestido a la calle, para que puedas sentir lo que las personas pensarán de ti al verte así vestido, aparte de que un muy buen ejercicio de actuación.” Realmente, aunque me avergonzaba caminar vestido de esa manera tan particular y estrafalaria, me armé de valor y salí con él del teatro, hasta que a pie llegamos a su apartamento a pocas calles de ahí. A medida que íbamos caminando, podía ver en la mirada que me daban algunas personas, de que por mi manera de andar y de vestir, no les debía quedar la menor duda de que yo era un homosexual o mejor dicho toda una loca. Lo que en medio de todo me hiso sentir de lo mejor, por lo que apenas llegamos al apartamento me invitó un trago para celebrarlo, lo acepté gustoso sin salir del personaje. Ensayamos por un largo rato, hasta que, en un momento de descanso, me hiso notar que ya mis piernas, axilas, y otras partes de mi cuerpo, ...