Cumpleaños de Nadia - Relatos Eróticos

Cumpleaños de Nadia

... analmente. Siempre había tenido curiosidad por esa sensación en la zona altamente erógena del perineal y el ano. Aunque existen muchos prejuicios en nuestra sociedad todavía, está más que comprobado que el placer es absoluto y quien prueba con una preparación adecuada, repite. Para un hombre no hay nada más deseable que aquello que no ha conseguido, Nadia mantenía a Martín con un alto grado de excitación porque este quería pasear su grandeza dentro de su considerable pompis y ella le rechazaba. Cuando salió de casa del informático se dirigió a su Sex shop de confianza y le expuso su idea a la dependienta, como el que va al médico a contarle su problema necesitando medicación. Esta le dijo que era muy importante que la zona estuviese limpia para que el pene saliese ileso de heces, para ello debía adquirir una pera higiénica. Esta se presionaba mientras se llenaba de agua y jabón, luego en la ducha debía de introducírsela en el ano y comprimir toda la mezcla hasta que quedara vacía. Le advirtió que la primera noche que una desea tener sexo anal no es tan fácil, pues la zona nunca ha experimentado entrada, sino salida y no está acostumbrada. Lo mejor es dilatar la zona con un dedo o un consolador anal de forma circular. Nadia le dijo que ya había jugado con ese utensilio, pues Martín, la noche que la secuestró de la orquesta se lo regaló. La dependienta confirmo que de esa manera, su culo estaba muy preparado para su primera embestida, no obstante, le recomendó un lubricante ...

... analgésico que le dormiría la zona instantáneamente. —Tú si quieres quedar como una mujer valiente, escondes el lubricante cerca de la cama. Hazlo disfrutar y que esté con los ojos cerrados, para así impregnarte la mano y barnizarte todo tu orificio anal, él cuando vaya a metértela creerá que son tus propios líquidos vaginales los que han llegado hasta ahí, no te dolerá nada. –Le sugería la dependienta. —¿Me enteraré de la cópula? –Preguntaba Nadia, inquieta. —Si, por supuesto, esto solo duerme la zona para que te duela lo menos posible, la fricción la vas a notar perfectamente, seguro que te gusta mucho. –Le confesaba y animaba. Compró ambos productos y salió de la tienda muy contenta recordando que otros años lo que compraba era tarta o velas. Compartía piso en Valencia junto con Esmeralda, una bella colombiana muy ardiente. El día de antes, 31 de agosto, debían dejar el piso vacío, ya que el casero había decidido ponerlo en venta a partir de septiembre. Se llevaron todas sus cosas, pero Nadia utilizando todo su armamento de persuasión, logró convencerle para cedérselo el día 2, de manera que disfrutaría la noche de su cumpleaños. Al casero le encantaba tener feliz a Nadia, aunque hubiera preferido entregarle la satisfacción que le iba a facilitar Martín. Sobre las 21h le escribía: “Bonita cómo lo llevas, ya salgo para Valencia, ¿Por dónde andas?” Tardaría una hora en recogerla, el tiempo necesario para ducharse, acicalarse, rizarse su larga melena castaña y depositar el ...