Cumpleaños de Nadia
Fecha: 20/09/2017,
Categorías:
Erotismo y Amor
Anal
Autor: DolceCaroline_, Fuente: CuentoRelatos
... refieres? —Estaba por levantarme y darle una hostia a cada uno. Han visto que vienes conmigo y se han atrevido a faltarme el respeto. —Pero que tonto eres, no quiero parecer vanidosa, pero suelo llamar la atención entre los hombres y no vas a iniciar ninguna guerra. Déjales que miren, a quien me voy a comer es a ti. –Intentaba calmarle. —Nunca he estado con una chica como tú. —¿Cómo yo que quiere decir Guapa? ¿Sexi? ¿Llamativa? –Preguntaba Nadia descolocada. —Eres mucho más que eso. Eres divertida, guapa, simpática, profesional y sí, estás muy muy buena. –Confesaba en un tono mustio. —Martín, ¿Qué te pasa? ¿No se nota que solo me importas tú? —Si... Si yo ahora te veo muy ilusionada, lo qué no sé es hasta cuando ¿Tú me serías fiel? –Preguntó fríamente. —Claro. Si estoy con alguien que me aporta muchas cosas, como tú, no necesito quedar con nadie más. No me complicaría la vida si esto no fuera sincero y real. Respecto a la ilusión, si en algún momento empiezo a perderla, te mandaré veinte días a China a que conozcas el país, en ese tiempo probablemente te eche de menos y te espere con mucha ilusión. –Le decía en un tono divertido. —Pero Nadia, tú eres muy independiente. —Por eso mismo, si una mujer independiente se enamora lo hace de verdad, no por miedo a la soledad. Porque si yo quiero la luna me la bajo, sé dónde está y soy totalmente capaz, lo he hecho antes. Sin embargo, he decidido que me la bajes tú. Dime ¿Serías capaz? —Por supuesto ¿Qué te apetece cenar? –Le consultó ...
... para cambiar de tema y qué fuera eligiendo. A Nadia le habían concedido una beca de doctorado en Grecia y dentro de veinte días se iría, Martín era consciente de ello, razón por la cual se mostraba inseguro. La elección fue unos patés de setas, ciervo con salsa de arándanos, pechuga de pato con higos y maracuyá, todo para compartir. Auténtica cena afrodisíaca, como si no tuvieran suficiente deseo ellos dos solos. La tercera vez que les rellenaron las copas de vino, Nadia se percató de la longitud del mantel para sacar el pie derecho de su zapato y acariciarle la zona más íntima a su oponente, a la vez que se acercaba la copa a los labios y estos los extraía como si le estuviera haciendo una felación y su mano masturbaba el tallo de la copa. Los ojos de Martín estaban desorbitados, pero no podía decir nada, las mesas que les rodeaban estaban muy próximas. Nadia se recreaba cada vez más y más: pie, mano y labios al unísono. A Martín le costaba mucho aparentar que no sucedía nada y ocultar la sonrisita de excitación, finalmente optó por cambiar la silla al lado de ella. Les sacaron la tarta y unas improvisadas velas. Martín sacó su teléfono y se hicieron unos cuantos selfies, el camarero se ofreció para hacérsela con más distancia y que salieran mejor, una buena idea. Impecables y preciosos son los mejores calificativos para aquellas instantáneas. Martín le dijo que soplase las velas y pidiese un deseo. Era consciente de lo que Nadia iba a rogarle al destino. Sacó su tabaco de ...