El arte de mi hijo - Relatos Eróticos

El arte de mi hijo

... existiera.

- "Hola, mamá", dijo, y se dirigió a su habitación, como de costumbre.

Utilicé mi voz seria de madre y dije:

- “Javi, tenemos que hablar. Siéntate."

- "¿Que hice ahora? ¿O son algunas más de las reglas de papá que tengo que seguir?”

- “Ojalá fuera eso, Javi. Recibí una llamada de la señora Ramos.”

- "¿Se trata de la beca de arte?" Parecía esperanzado. "¿La conseguí?"

No pude encontrar las palabras correctas. ¿A quién estaba engañando? No pude encontrar ninguna palabra, así que saqué su libreta de bocetos de mi bolso y lo deslicé sobre la mesa.

En voz baja dijo:

- “Me preguntaba dónde lo había dejado. Pensé que estaba en mi casillero.”

- “Lo olvidaste en la escuela y la señora Ramos lo encontró en el suelo, cerca de tu escritorio. ¿Sabes en cuántos problemas estás metido, jovencito?

- "Eso es privado. ¡Nadie debe mirar eso excepto YO!” Javi golpeó la mesa con el puño para enfatizar su última palabra.

- “No toleraré este tipo de comportamiento. ¿Qué pasa contigo?”

- “¿Qué pasa CONMIGO?, querrás decir, ¿qué es lo que NO pasa contigo?”

Tomó su cuaderno de bocetos. Pensé que se levantaría y lo llevaría a su habitación, en lugar de eso lo abrió. "¡MIRA!" el gritó.

Me presentó un boceto, luego pasó a la siguiente página, "¡MIRA!" gritó de nuevo.

Aparté la cabeza y cerré los ojos con fuerza.

- “Javi, ¿por qué haces esto? ¿Te estás volviendo loco?”

- “Me estoy volviendo loco, mamá. Loco por todos los años en los que ...

... tú y papá pelearon por no poder tener otro bebé. Todos los años en los que la tía Carla estuvo viniendo y de lo único que hablaban era de no poder tener otro bebé y que es culpa de papá, pero él te culpa a ti. Todos los años en los que tuvo que emborracharse para mantener una erección …”

- “¡Javier López Valencia! ¡Ten más respeto por tu padre! No tienes derecho a hablar de él... de nosotros y de nuestra vida privada... mucho menos de nuestra vida sexual.”

- “¿Cuál vida sexual? Dime ¿Cuál? Te quejas todo el tiempo. Constantemente le dices a la tía Carla que estás hambrienta de sexo y que no te has sentido satisfecha en años. Admítelo."

- “Javi…”

No podía pensar en qué decir. Todo lo que acababa de decir mi hijo era cierto. No me había dado cuenta que había estado tan atento en mi relación con su padre. Había tratado de mantenerlo en privado, pero en retrospectiva, creo que no había hecho un buen trabajo.

- “¡Y ahora papá hizo un gran alboroto al respecto! Todo el mundo en la iglesia sabe que no has podido quedar embarazada…”

- “Javi, tengo 41 años, a mi edad no es sencillo--”

- “Mamá, sabemos que tú no eres quien tiene la culpa. ¡Es papá! Él ya no puede hacer el trabajo. Hace años que no puede. Recuerda, mi habitación está justo al lado de la suya y escucho todo. Además, a la tía Carla le dices lo mismo. Estás frustrada y lo entiendo. Has querido otro bebé durante todos estos años. Y no haz obtenido lo que necesitas en el departamento físico. Te escuche ...