Al Servicio del Sultán 3 - Relatos Eróticos

Al Servicio del Sultán 3

... Maira.

“Por favor fóllame;” me suplica agachando la mirada avergonzada.

No esperaba que Maira se rindiese tan rápido y sospecho que pueda estar fingiendo, sabe que es inevitable que me la fólle, pero cuanto antes ocurra es más fácil que pueda evitar caer en la esclavitud producida por el placer.

“Todavía no;” le respondo. “Antes tendrás que llevar a un orgasmo a cada una de las esclavas, mientras tu llegas a varios más.”

La primera en recibir las atenciones de Maira es Jimena, que en cuanto llegue al orgasmo se retirará a descansar a una zona apartada de la tienda.

Como esperaba, Maira al igual que Zeiga, Yaritza o Sarah, al haberse educado en el harem compartiendo tiempo con las esclavas, ya ha tenido experiencias lésbicas y por tanto el coño de Jimena no es el primero que come, y por lo poco que tarda en arrancar los primeros gemidos de placer de la bella morena, tiene una amplia experiencia y solo se distrae ligeramente cuando Merary se coloca detrás de ella y comienza a jugar con sus dedos en su coño.

Estoy seguro de que en condiciones normales, la poca experimentada Merary habría tenido bastantes más dificultades en llevarla al orgasmo, pero la excitación de Maira a pesar de las circunstancias sigue estando al máximo.

Después del orgasmo de Jimena, le llega el turno a la propia Merary, que poco acostumbrada todavía a los juegos lésbicos se corre demasiado rápido, sin dar tiempo a Zeiga a llevar a Maira al orgasmo.

Aunque no les he dicho nada a ...

... Zeiga y a las esclavas, se han colocado de la manera que yo lo hubiese hecho, ahora es Zeiga, mucho más acostumbrada a estos juegos quien recibe las atenciones de Maira, mientras Yaritza se coloca detrás.

Sí Maira consiguió hacer que Merary se corriese antes de que Zeiga la llevase a su propio orgasmo, ahora ha sido al contario, ha tenido dos intensos orgasmos gracias a las habilidades de la esclava antes de hacer que mi esposa se corra.

Aunque mi polla ya está dura deseando follarme el coño virgen de Maira, decido tener paciencia y asistir al final del juego, Yaritza se tumba abriendo las piernas, sujetando la cabeza de Maira contra su coño, sonriendo mientras lo hace.

Entre las muchas habilidades sexuales de Yaritza está mantenerse al borde durante horas, sin ni siquiera acercarse al orgasmo. Me enteré de esto por casualidad, cuando un día quise castigarla sin correrse hasta que me suplicase que le anillase los pezones, algo que sin que me haya explicado por qué, la aterra en exceso. Después de casi tres horas, y de haberla masturbado con mi boca, con mis dedos y con toda clase de consoladores seguía tan tranquila.

La segunda sorpresa de este final del juego es que voy a ser yo quien me encargue de masturbar a Maira, puede tener mucha experiencia lésbica, pero como pudo comprobar Zeiga la primera vez, el toque de un hombre es diferente.

Cuando me tumbo entre las piernas de Maira, pega un pequeño brinco y tengo que sujetarla con mi brazo bueno para que no se ...