Andre (parte 5)
Fecha: 23/11/2024,
Categorías:
Dominación / BDSM,
Autor: Montes Federico, Fuente: CuentoRelatos
... pija limpia, quiero que me la chupen las dos”
Desde ese fin de semana la pareja sexual que había logrado con Andre se convirtió en un trío permanente y mis dos nenas demostraron estar abiertamente dispuestas a explorar todo tipo de goce sexual que se planteara. Esa tarde misma, guiadas por mí, se prodigaron mutuamente caricias y castigos, jugaron con didlos y vibradores, lubricantes y masajes. Mientras yo penetraba a una de ellas, ésta lamía la conchita de la otra o cuando estaba haciéndole anal, la recostaba sobre mi y la otra la lamía o jugaba con un consolador en su vagina.
En forma indistinta, el sexo lo practicabamos entre los tres o entre dos cualquiera cuando se daba. Y todo lo hablábamos para que quede claro y no haya problemas. Estaban encantadas con haber encontrado un ámbito en el cual se sentían seguras y cuidadas y a la vez podían desarrollar sus apetencias sexuales sin ningún límite más que el acuerdo de todos. Y nadie puso un límite ni se negó a ninguna práctica. Sumado a eso, les gustaba muchísimo dejar en mis manos el poder y el control, sabiendo que jamás lo usaría para algo que no les diera placer.
Andre cortó con el novio ya que los fines de semana estaba con nosotros. De vez en cuando alquilábamos una cabaña y nos ibamos de paseo. Ellas pasaban como mis hijas. Había cuidado y ternura en el trato, pero jamás pensamos que pase de ahí. Eramos conscientes que era un acuerdo sexual y punto. Un día vino Alma sola porque Andre estaba con fiebre. Me ...
... preguntó si yo sabía algo de sexo tántrico. Le dije que había tenido una pareja que sí sabía y algo había aprendido de ella.
- “La base central, por lo que sé al menos, es no darle importancia al orgasmo. Poner el foco en el placer y retrasar el clímax para sentir en forma no solo física sino emocional a tu pareja. Si querés lo probamos”
Obvio que aceptó. Después de cenar fuimos a la cama, pusimos la habitación en penumbras y con una música suave, melódica e instrumental ("Bolero" de Ravel) y estuvimos no menos de media hora masajeándonos con aceites y cremas sin tocar ningún punto erógeno. Abrazándonos, besándonos, mimándonos. Después comenzamos a acariciarnos completo, incluyendo las zonas erógenas sin darles una dedicación especial y así pasamos otra media hora, deteniéndonos cuando la excitación subía demasiado. Todo en el marco de muchas caricias y besos.
Cuando estuvimos totalmente relajados y en armonía mutua, la llevé a Alma a una silla, me senté y la puse a horcajadas sobre mí, penetrándola hasta que se apoyó en mis piernas. La abracé y le dije que apenas se moviera, que sintiera el placer de estar así, acariciándonos, disfrutando del cuerpo del otro y de su excitación y deseo. Mientras seguimos besándonos, acariciándonos.
- “Me encanta sentirme dentro tuyo. Tu calidez, tu olor, la tersura de tu piel, todo me gusta.”, le dije.
- “A mi también. Mucho. Nunca había experimentado el sexo así. Es lindo. Me gusta besarte y me encanta sentirte dentro mío Hernán”, ...