Mi nueva vida con Amanda [03]
Fecha: 16/11/2024,
Categorías:
Infidelidad
Autor: Reina de Picas, Fuente: TodoRelatos
... Y como un cornudo resignado, ahora ya sólo le pedía a dios, por favor, que Amanda no continuara.
“Qué solo sea una mamada, que sólo sea una mamada, que sólo sea con la boca, que no se la vaya a coger, por favor, que no la abra de piernas.”
Y Josué se sentía terrible al saber lo humillante que era no enfrentar a Amanda, sino más bien rezar al cielo para que Milton no la abriera de piernas y la descastara.
Josué creía que si la convencía de volver, Milton ya no la penetraría. No tendría tiempo para meterle la verga en su fiel vagina. Ella volvería de inmediato y Amanda sólo habría pecado entonces con la boca. Pero no con la concha. No con el coño. Eso debía de valer algo.
Y pensarlo así lo volvió a sumir en la desesperación, sabiendo lo ridículo que se veía pensando en esas cosas. Ya era un cornudo, de eso no había ninguna duda. No hacía falta que le metieran la verga para serlo. Lo era ya y eso ya era una terrible humillación. Se puede ser cornudo incluso con el pensamiento de tu pareja.
—¡Amanda, por favor!
“Glup glup glup glup”
Después de tantas humillantes súplicas, su esposa al fin pareció sacarse el rabo de la boca, porque su voz sonó con claridad.
—Deja de estar chingando, Josué, si no tragas, déjame tragar a mí. Ya duérmete, carajo, y no me esperes despierta, que todavía tengo mucho chorizo por comer.
Y para colmo otra terrible carcajada de su amante “JAJAJAJAJAJAJA.” Y eso era lo que más le calaba. Que el imbécil ese se burlara de él y que ...
... Amanda se lo consintiera.
Ni tiempo le dio de responderle nada porque Amanda colgó la llamada.
—¡AMANDA!
Josué tiró el teléfono en su costado de la cama y se echó a llorar como un niño de brazos. Amanda nunca le había de esa manera. Nunca le había gritoneado así. Nunca lo había insultado de esa manera, ¿por qué ahora?, ¿por qué tanta crueldad? ¿Por qué tanto sadismo? ¿Por qué delante de él?
—La oí borracha, eso, eso, está borracha, por eso me habló así de golpeado —la justificó como todo cornudo que no es capaz de aceptar su realidad.
¿Qué iba a ser de él si Amanda lo abandonaba? No tenía más familia que ella. Amanda era su todo. Por eso, para mayor indignidad, tenía que portarse bien con ella. Tenía que resignarse a su abominable falta de respeto aun si esto implicaba tremenda degradación.
Tenía que resignarse a ser un cornudo hasta que… Hasta que ella se hartara de Milton, o Milton se hartara de ella. «¿Por qué me has hecho esto, Amanda, si yo te amo tanto?» Lloraba Josué.
Lo que más le dolía era que su esposa lo estaba tomando por estúpido. Era inverosímil que alguien pudiera creer tal afirmación de que estaba comiendo Chorizo, aunque sí que lo era si hablamos de doble sentido. A Josué ya no le indignaba tanto la mamada, sino el descaro de su esposa y de ese cabrón que no había dejado de meterle el pito en la boca mientras ella hablaba por teléfono con su marido.
¿Ni un poco de respeto sentía por él?
Josué se la podía imaginar en el coche, en un ...