De la fantasía a la realidad, relato de un cornudo
Fecha: 30/10/2024,
Categorías:
Infidelidad
Autor: Don Pedro, Fuente: CuentoRelatos
... comenzando y tú ya te corriste.
–Amor, perdóname, no lo pude soportar más, pero no pares, sigue contando por favor.
–Está bien, el castigo por hacer eso, vendrá más tarde, bueno, te seguiré contando.
Subió la intensidad del vibrador y continuo. La sensación de la vibración era más intensa.
Unos minutos más de aquella rica mamada y fue donde tuve mi primer corrida, me estremecía a lo loco, me temblaban las piernas mientras lo aprisionaba mas a mi panocha palpitante, el no paraba de succionar, hasta que me desplome, fue en ese momento que se levantó, comenzó a quitarse la ropa frente a mí, yo lo admiraba, pero justo cuando se bajó el bóxer fue cuando quede impresionada, una verga, larga y gruesa, totalmente erecta, era un verdadero monstruo, mas de 20 cm.
Sin pensarlo dos veces me abalance sobre de ella, la tome entre mis manos, las piernas a un me temblaban pero no me importo, me arrodille y la introduje en mi boca, era enorme, no lograba meterme ni la mitad cuando ya sentía arcadas, así que lo gire y se sentó en el sillón, justo donde yo estuve un momento antes, separo las piernas y con la lengua recorrí cada centímetro de carne que tenía a mi disposición, le acariciaba lo guevos, la masajeaba con mi mano, me la metía lo mas que podía en a boca para salivar y poder lubricar, no me quería despegar de ella.
Así estuve por varios minutos, mi mandíbula comenzaba a entumecerse pero yo no quería parar, me separe un poco para tomar aire, el mirándome a los ojos me ...
... aparto, se levantó, me tomo de la mano y me ayudo a levantarme también, me jalo a un costado del sillón y con una mano en mi vientre y la otra en mi espalda me doblo recargándome en el descansabrazo del sillón, me separo las piernas, acomodo la cabeza de su verga en mi panocha y sin más me ensarto toda su verga de un solo tirón, era demasiado grande.
Quise incorporarme pero él no me lo permitió, me forzó a seguir en esa posición, me la dejo adentro unos instantes en lo que me acostumbraba a ella, para después comenzar un bombeo pausado el cual iba acelerando poco a poco, era tan placentero que fue donde me arranco mi segundo orgasmo, al igual que el primero las piernas me flaqueaban, pero en la postura que estaba y recargada como me tenía no había manera de zafarme.
El no paraba, no podía contenerme, gritaba de placer, era tanta la humedad que había que se escuchaba tan fuerte el chapoteo de mis jugos y el golpeteo de su pelvis en mis nalgas, el seguía dándome con todo, yo no veía para cuando terminara, hasta que de pronto comenzó a sacudirse un poco, inundándome mi coño con una abundante venida.
Sentía como me escurría su esperma por las piernas pues aun así seguía el mete y saca, hasta que por fin paro, se dejó caer sobre de mi un momento, se incorporó, se sentó en el sillón y me pregunto.
–¿Te gusto lo que hicimos mi putita?
–Fue maravilloso, nunca me habían dado tanto placer, el cornudo de mi esposo aparte de tener una verga pequeña, se corre muy rápido, la ...