De la fantasía a la realidad, relato de un cornudo
Fecha: 30/10/2024,
Categorías:
Infidelidad
Autor: Don Pedro, Fuente: CuentoRelatos
... por él, no quiero incomodarla.
Cuando logre articular palabra, le dije que no había necesidad, ya estaba ahí y ya me había visto, que no tenía problema en ello, que pasara, pues no era correcto dejarlo parado en la puerta.
–Espero no te moleste verme así, esperaba a mi esposo, teníamos planes para hoy como te abras dado cuenta, aunque creo que tardara en llegar, siempre es lo mismo, con sus salidas periódicas y trabajo, ya nada es igual, creo que solo son escusas.
–Pues en esta ocasión, creo que es verdad, tenemos ya rato trabajando y aún no hemos terminado, quizá no tarde mucho y puedan celebrar como se debe.
–Bueno, eso depende, si es que no se escusa con haber llegado cansado, ya se le está haciendo hábito.
No dejaba de mirarme, ya con más confianza incluso se movía de un lado para otro, apreciando mi cuerpo, por lo que le dije que me acompañara al estudio para ver si el reconocía el portafolio o los papeles que buscaba, al llegar al escritorio intencionalmente me agache, dándole la espalda y mostrándole las nalgas pues el baby doll se me levanto y solo traía una diminuta tanguita, de reojo logre ver que se empezaba a sobar la verga sobre el pantalón, le pedí que me ayudara pues no lograba encontrar nada, se acercó a donde estaba y de forma muy discreta, me dio un roce en las nalgas, lo cual me puso ya a mil, tenía que dejar de fingir y tirarme a todo, ya estaba hay así que no lo desaprovecharía, di un paso atrás y restregué mis nalgas en el bulto que ya ...
... tenía, fue sumamente placentero, él se quedó inmóvil, me levante y gire, quedando frente a él muy cerca, lo mire a los ojos y solo pude decir.
–Si te gusta lo que ves y lo que sientes, que estas esperando, muero de ganas y quiero que tú me las quites, el pendejo de mi marido se la pierde.
–¿Está segura? Yo con gusto le hago el favor, me tiene impresionado.
–Solo te pido un favor, háblame de tu, ahorita quiero ser tu perra, tu puta o lo que quieras.
–Está bien putita, te daré lo que quieres.
Me comenzó a besar de forma apasionada, sus manos recorrían todo mi cuerpo, me tomo por las nalgas y me levantó, lo abrace con las piernas y me llevo a la sala donde me comenzó a desnudar sin dejar de besarme, una vez que me dejo sin nada, me tumbo sobre el sillón, me abrió las piernas y pego su cara en mi ya mojada panocha, era impresionante lo bien que lo hacía, me chupaba, lamia y succionaba mi clítoris y labios vaginales, cerré los ojos y me deje llevar por la sensación, es quizá la mejor mamada que me han dado en la vida.
No logre soportan mas, lo que me contaba, la vibración en el culo y todo lo que mi mente manejaba fue demasiado, así que eyacule sin control, apretando el culo a cada descarga, sintiendo aun más la pulsación del aparato que tenía insertado, no lo pude controlar y gemí de placer, mi esposa hiso una pausa, me dio un golpe fuerte con la palma extendida en las nalgas y me comenzó a insultar.
–Perro cornudo, te dije que tenías que aguantar, apenas vamos ...