Una Nueva Puta en el Catálogo... es Profesora - Relatos Eróticos

Una Nueva Puta en el Catálogo... es Profesora

... Bueno, quizás yo te puedo ayudar.

Francisca: ¿En serio?-Frunció el ceño, extrañada.

Giselle: Así es, trabajo no te faltará querida... asegúrate de ser buena profesora, nada más ¿te gusta Valdivia?

“Los profesores de la escuela británica de Puerto Montt deben estar altamente cualificados... sí, ella podría ser” se dijo Giselle, con un dejo de melancolía mientras la observaba.

En el asiento de más atrás María Isabel se acomodaba para apoyar su cabeza en la ventana de ese furgón, tragando saliva al ver a esa rubia colega a su lado. A Daniela le pareció reconocer la voz de la profesora María Isabel en un momento en donde su enorme culo pareció cobrar vida propia y se golpeaba con fuerza contra el culo de esta... no recordaba bien lo que había dicho, pero fue ahí en donde se le pasó por la cabeza con quien era la que estaba compartiendo ese enorme y largo dildo de goma inundado de lubricante. Cuando la hicieron ponerse en cuatro y debió follársela ya tenía menos dudas, pero no fue hasta que su hermana le sacó su máscara cuando tuvo la certeza de quien era. Mientras a los alrededores sucumbían a la histeria, ambas mujeres se miraron a los ojos por una fracción de segundos y ambas mujeres sintieron una especie de agradecimiento mutuo al saber con quién habían compartido escenario.

Daniela:Q-Quería pedirte disculpas-La morena la miró a los ojos.

María Isabel:Me la han metido mucho todos estos años... jamás pensé que me la iban a meter tanto en esta vida. Y menos ...

... que fueran tantos-Tragó saliva, meditando sus siguientes palabras- Y luego de la culeada que me dio Alonso, jamás pensé volver a sentir algo similar... y no fue que lo sintiera lo mismo, pero me sentí cuidada... atendida... y ahora entiendo que fue gracias a ti. Gracias.

“¿Que Alonso qué?” se preguntó Daniela, mirando furtivamente al muchacho que estaba en los asientos de más adelante. Carraspeó ligeramente.

Daniela:Es raro... pero sentí algo parecido, hasta incluso sentí que lo disfrutabas-A ambas se le encendieron las mejillas luego de las palabras de la rubia.

María Isabel:Quizás-Miró el camino, con algo de vergüenza.

Daniela:Eh...¿dónde te hiciste esos piercing?-La mujer la miró y apuntó una de sus tetas, a lo que la rubia asintió.

María Isabel:¿Te gustan?-La rubia se encogió de brazos, meditando la idea- Lo hice en Santiago, hace bastante... elegí los más... ¿cómo decirlo? Austeros.

Daniela:¿Entonces hay más grandes?-María Isabel abrió los ojos y le asintió- Interesante.

La profesora Francisca, la pelirroja de tetas enormes, dormitaba de brazos cruzados mientras la profesora Giselle Undurraga no paraba de mirar a Alonso, quien estaba concentrado en el camino. Sentía una especie de vacío en su interior, algo le decía que todos en ese furgón habían follado de lo lindo, incluso Karla y Facundo, pero ella se había quedado en cero. Por un momento sintió rabia, vergüenza y resentimiento. Se pasearon por el salón, pasillos, balcones... le sobaba las enormes ...