Una Nueva Puta en el Catálogo... es Profesora - Relatos Eróticos

Una Nueva Puta en el Catálogo... es Profesora

... gran salón. De su mente desaparecieron todos, sus muchachos, el rector... solo importaba su hermana.

Alonso:Vayan a buscar el furgón... nos encontraremos en la salida. Iré a ayudar a la profesora-Sus dos compañeras asintieron, pero Facundo se quedó inmóvil- No las puedes dejar solas.

Facundo:Cuídate, por favor-Alonso le asintió y se apresuró a seguir a la profesora Giselle.

Poco a poco comenzaban a enterarse en el primer piso de que el humo no era parte de algún efecto especial dispuesto por la Hacienda. Algunos comenzaban a tomarlo con cautela, otros más en serio y otros, derechamente, comenzaban a huir hacia las puertas principales. Si esperaban alguna especie de lealtad por parte de los jovencitos que llevaban bandejas con diferentes bebestibles, estaban equivocados, al ver el humo fueron los primeros en salir corriendo e incluso dejando caer lo que llevaban en sus manos; eso hizo que muchos se percataran de que algo andaba mal. El mismo gordo Facundo fue empujado por uno de esos inútiles y fue ahí donde la recordó.

El gordo observó que tanto Karla como Fernanda estaban refugiándose cerca de un grueso y frondoso árbol cerca de una casa que servía como un gran camarín para todas las putas. Al mirar hacia el interior buena parte de los asistentes poco y nada le prestaban atención al humo, pero debió esquivar a varios que comenzaban la huida. El muchacho ingresó y se acercó al primer gran salón que tenía a su izquierda, pero a pesar de los largos segundos que ...

... estuvo ahí intentando encontrarla, no la vio por ninguna parte. Esa sala era rara, todos parecían conocerse y no pudo reconocer a demasiadas putas, esas mujeres utilizaban pulseras y estaba seguro de haber visto a dos figuras televisivas bastante conocidas. El gordo chistó y fue a por el siguiente salón.

Cruzó el gran pasillo y observó que en esa sala quienes disfrutaban eran hombres; las únicas mujeres que estaban ahí estaban con el objetivo de dar placer. Era un salón diferente, más señorial, como si estuviese reservado para personas más importantes... mucho más importante que gente de la televisión. Muchas de las putas eras hermosas y estaban chupando, siendo penetradas tanto por la vagina como por el culo, algunas en doble penetración; a una la tenían en un rincón y los hombres se turnaban para descargarle el semen en el rostro.

Mujer:¡Facundo!-El gordo pestañeó y miró a su derecha, donde la profesora EVA con una mano intentaba afirmarse de algo, con la otra intentaba que su antifaz felino no se le cayera, todo eso mientras un hombre cercano a los cuarenta años se la estaba follando casi en cuatro sentado en ese sillón- ¡Ah! ¡Aahh! ¡Aaahhh!

“Este ya está cerca de los cuarenta, pero no está nada mal” se dijo Eva, gimiendo con la boca entreabierta y sus ojos entrecerrándose.

Si la profesora Eva estaba ahí, ella debería estar cerca. Intentado sacar la vista de esas grandes tetas que se golpeaban con cada embestida que hombre le daba mientras se la metía, el gordo ...