Una Nueva Puta en el Catálogo... es Profesora - Relatos Eróticos

Una Nueva Puta en el Catálogo... es Profesora

... detuvo en los baños, pero parecía que ahí ya no quedaba nadie-¡FUEGO! ¡FUEGO!

Llegó hasta la entrada de las cocinas y algunos cocineros corrían de un lado para otro, pero una vez que el humo se hacía más intenso en ese lugar, no les quedó otra que huir hacia la escalera. El obeso muchacho llegó hasta sus amigas y le estremeció la sonrisa pícara con la que lo miraba Fernanda, pero se decidió a pensar en otra cosa cuando comenzaron a subir las escaleras. Hasta que los tres soltaron un pequeño grito una vez que escucharon un fuerte estruendo a sus espaldas, la primera explosión.

***

Los tres muchachos llegaron hasta el primer piso y, salvó los que desde el subterráneo huían hacia el exterior, no había mayor alboroto. Al parecer el show en ese gran salón seguía en su punto alto por los gritos y vítores provenientes de ahí, pero tanto Karla y Facundo se distrajeron cuando un enorme par de tetas bajaba desde el segundo piso. La profesora GISELLE UNDURRAGA y ALONSO los divisaron de inmediato y se acercaron, preocupados por los rostros que estos traían.

Facundo: ¿Qué les pasó?

Giselle:¿Disculpa? ¿no han visto sus caras? ¿qué les pasó a ustedes?-De repente notó a la tercera integrante- Hola, Fernanda.

Fernanda:Hola, profesora-Seguía como drogada de placer, lo que hizo que la profesora de enormes tetas frunciera el ceño.

Alonso:Vimos todo lo que teníamos que ver... ahora vamos a intentar sacar a la profesora Daniela.

Karla:¿La profesora Daniela está ...

... aquí?

Giselle:Y la profesora María Isabel también, son el plato principal-Apuntó hacia el gran salón, desde ahí no veían nada, pero era evidente la concentración de personas- ¿Hicieron lo que tenían que hacer?

Si le respondieron, la verdad es que la profesora de enormes tetas no escuchó nada; había un poco de alboroto en los alrededores y anteriormente le pareció haber escuchado una especie de bombazo lejano al que no le dio demasiado importancia. Al concentrarse sintió un olor raro que llegaba a sus narices, como a plástico algo quemado, pero lo que se llevó completamente su atención fueron esos DOS HOMBRES que avanzaban con algo de prisa y sonrientes hacia la salida, provenientes del segundo piso. Los reconoció de inmediato y un odio en su interior comenzó a crecer.

“Así que con esas andamos, rector...” se dijo Giselle, hecha una furia, alzando su muñeca y apuntándolo directamente, agradeciendo que su rostro se apreciaría lo suficiente debido a la cercanía con que ese hombre pasaba cerca de ella. El RECTOR la miró a los ojos y luego reparó en sus enormes tetas, maravillado, pero luego desvió la mirada y sus ojos se estremecieron.

Alonso:¿Eso es---

Muchacho:¡FUEGO!-Muchos de los cercanos miraron, extrañados, hasta que uno de los cocineros apareció por la escalera tosiendo por el humo negro que emanaba- ¡FUEGO!

Giselle:¡Mi hermana!-La profesora de enormes tetas dejó a los muchachos ahí y comenzó a avanzar, con dificultad por esas botas de largos tacos en punta, hacia el ...