Una Nueva Puta en el Catálogo... es Profesora - Relatos Eróticos

Una Nueva Puta en el Catálogo... es Profesora

... y comenzaron a subir, no sin antes notar que ese hombre cincuentón que quería pasarse la noche con Giselle miraba con resentimiento desde el primer piso.

Giselle:Pobre.

Alonso:Realmente la quería.

Giselle:Tenías razón, parece que esta noche voy a ser solo tuya-El muchacho sintió como la mujer terminaba esa frase con un ronroneo.

Alonso:Solo si usted quiere-Ella lo miró y le sonrió, posando su cabeza sobre su pecho mientras seguían subiendo esa escalera.

Giselle:Me preocupa María Isabel... ya deberíamos haberla visto.

Alonso:Lo mismo creo. Es de las mejores, no creo que no la hayan convocado.

Giselle:Me dijo que no importa si eras la mejor o la peor, todas las putas de la Hacienda tenían que estar en la fiesta de fin de año... ¿ese es?-El muchacho miró hacia donde miraba la profesora.

Alonso:Él mismo, el presidente de la cámara del senado-Dio un vistazo rápido a los alrededores para cerciorarse de que nadie estuviera demasiado cerca- Vi al senador Matte en el primer piso, iba directo a uno de esos salones. Conté a ocho diputados, Facundo vio a dos o tres modelos de la farándula y a una lectora de noticias. Eso sin contar a los empresarios.

Giselle:Los que se llevaron a Cristina y a Eva son parte del gremio de camioneros.

Alonso:Claro, por eso se me hacían conocidos. Cada vez que se habla de trenes en este país aparecen llorando en televisión-Se permitió soltar una risita.

Giselle:Exacto-La mujer suspiró una vez que llegaron al segundo piso- ...

... Me alegra saber que mi hermana no está acá... hay que conseguir su material luego y largarnos de aquí.

Alonso: Tenemos mucho que ver todavía.

Así como en el primer piso había cuatro salones que precedían a un enorme salón, el segundo piso no tenía ninguno. Era un lugar abierto lleno de elegantes sillones dispuestos por todo el lugar donde ya hombres y mujeres sonreían, comían y bebían a gusto mientras conversaban quizás qué cosa. Pero lo que más llamó la atención de profesora y alumno era que desde el segundo piso se podía tener la mejor de las vistas hacía el gran salón que había en el primero. Al acercarse notaron que estaba dispuesto una especie plataforma que fungiría como escenario y muchos ya estaban expectantes por saber qué espectáculo tendrían preparado para ese fin de año. Los separadores de fila dorados servían para que nadie se acercara a ese escenario y junto a esos cordones los hombres que esperaban no estaban acompañados de mujeres, ellas ya estaban en los salones u ocupadas, por lo que pudieron intuir de qué se trataría ese show. Pero en el segundo piso cada hombre, que en su gran mayoría contaba con una pulsera dorada, estaba acompañada de alguna puta de Hacienda con antifaz y varios lamentaron no haber visto primero a esa puta con antifaz de coneja con enormes tetas.

Alonso:Es furor, profesora, puedo leer sus mentes insultándome-El muchacho mordió con cariño la oreja de Giselle, quien soltó una risita mientras seguía aferrada a él- ¿Podría con todos ...