Una Nueva Puta en el Catálogo... es Profesora
Fecha: 29/10/2024,
Categorías:
Sexo con Maduras
Autor: el Bardo, Fuente: TodoRelatos
... grupete de nerds que no dejaban de mirarla con algo de baba en sus labios y recordó, una vez más, a sus muchachos. ¿Estarían haciendo algo? ¿cuánto más demorarían? A veces se sentía culpable cuando su mente les exigía que se apuraran, que la sacaran de ese apuro... pero luego caía en cuenta de que no estaba en posición de exigirle nada a nadie. Así como confió en ellos todo el año escolar, no le quedaba otra cosa que seguir confiando en ellos, deseando con todo su corazón que no les pasara nada, que nada ni nadie les hiciera daño. La rubia platinada con mechas rosas suspiró, ahora satisfecha luego de haberse comido dos hamburguesas, una porción de papas fritas, algo de ensalada y una lata de Sprite.
“Dios, tendré que trotar el doble la semana siguiente” se dijo Daniela, sintiéndose culpable por todo lo que comió.
Al tomar la bandeja y ponerse de pie una servilleta usada se le ha caído, soltando un bufido de hastío. Volvió a dejar la bandeja en la mesa y avanzó hasta el lugar donde la servilleta cayó y luego miró hacia atrás, donde esos mocosos perdedores no dejaban de mirarla ni un solo segundo ¡Si incluso sus platos seguían llenos!
“Bueno, estos pobrecitos no volverán a tener una oportunidad como esta en sus vidas... conmigo, por lo menos” se dijo Daniela.
Separó un poco sus piernas y comenzó a bajar la parte superior de su cuerpo para tomar la servilleta, dándoles a esos mocosos la mejor vista de su majestuoso culo enfundando en esos ajustados leggins. Se ...
... permitió contonear un poco su tremenda retaguardia y luego de unos segundos, los suficientes para que se recrearan, la mujer volvió a incorporarse con la servilleta entre sus manos y esbozando una sonrisa. Volvió a tomar la bandeja y les echó un vistazo, una vez más, notando como un teléfono no dejaba de apuntarla en todo momento. Genial, ahora su tremendo culo pasaría de teléfono en teléfono entre esos mocosos.
“Mocosos sinvergüenzas” se dijo Daniela, queriendo permitirse una carcajada.
Dejó la bandeja donde correspondía, pagó lo consumido y caminó nuevamente por el pasillo esta vez sin disimular el contoneo de sus exageradas caderas, permitiendo que los que pudieran se deleitaran con sus majestuoso culo. Ninguno lo haría como esos perdedores que estaban hacia el final de ese lugar, como parias, pero algo era algo. Quizás alguno incluso notó sus pezones erectos bajo su top.
***
Se había tomado el viaje de vuelta a Valdivia con toda la tranquilidad del mundo para aprovechar de escuchar dos discos de Coldplay y cantarlos a viva voz en el interior de su Volvo. Disfrutó el paisaje de la región de los Ríos, pasó a una farmacia y a eso de las seis de la tarde ya estaba estacionando su vehículo a las afueras de esa enorme casa que funcionó como casa de putas por varios meses.
No estaba dispuesta a ir al día siguiente a dar clases al neue Horizonte con mechas rosas, por lo que en la farmacia compró los implementos necesarios para sacárselo. No sabía cómo saldría eso, pero ...