JUANCITO, MI NIETO – CAPÍTULO 2.
Fecha: 18/07/2024,
Categorías:
Gays
Hetero
Incesto
Autor: GUILLEOS1, Fuente: SexoSinTabues30
... madre y jurando que no lo haría nuevamente, daba asco el hijo de mil putas y le pregunté dónde guardaba la droga que usaba. Me mostró un neceser y en uno de sus cajones encontré unos veinte saquitos con un polvo y varias pastillas sueltas, no sabía mucho de drogas y le pregunté que usaba,“muelo pastillas de Éxtasis con un poco de Burundanga”, el coctel era“especial” para lograr la voluntad de las mujeres elegidas y, lógicamente, tuvo que probar tragando algunas pastillas, después me ensañé con su cara, le quedó deformada a golpes y luego de desmayado sus testículos le deben haber quedado como pelotas de fútbol porque la volea de mi empeine calzó justo, algo parecido pasó con sus costillas y luego me fui apagando las luces.
El barrio seguí tan tranquilo como lo había encontrado, eso de irse a dormir temprano debía ser una constante en esa localidad, yo salí del pueblo sin problemas y regresé a la Estancia silbando bajito, el tipo no estaba muerto, pero le costaría curarse y debería explicar la tenencia de esa droga pues excedía el total para consumo propio. Ya era un problema de él y no podría acusar a nadie, fundamentalmente porque se incriminaría y carecía de pruebas. ElAudi no hizo ruidos al ingresar al garaje y me fui a dormir junto a mi mujer que estaba en el mejor de sus sueños, apenas si alcancé a ver que aún no eran las doce de la noche. Dormí profundo y relajado y cuando me levanté ya mi mujer no estaba a mi lado, me bañé y bajé a desayunar.Cynthia me miró ...
... interrogante y yo me limité a saludarla con un beso en la mejilla, al poco rato aparecióJuancito, nos saludó a todos con un abrazo y, como todos los días, tomó el desayuno sentado sobre mis muslos, pero no lo dejé acercar sus nalgas a mi bulto.
Nos subimos a la camioneta deCynthia y nos dispusimos a irnos, laRAM era comodísima e imponente, daba gusto estar sentado allí adentro y me acomodé bien viendo que mi hija la maniobraba como si fuera una bicicleta. Le pregunté si había mucho que traer y me contestó que no, pero fue un poco parca, entonces volví a preguntar si estaba enojada por algo…
Lloraba e hipaba cuando miraba en detalles las distintas fotos y los videos, de todos modos, sólo la vi hacerlo con las primeras dos y me bajé de la camioneta. Estuvo como media hora viendo todo lo que le había sacado al tipo y yo me senté apoyando la espalda contra uno de los tres árboles aislados que no sé qué tenían que estar haciendo allí a un costado de la ruta y apartados a unos tres metros de la alambrada de un campo vecino. Al ratoCynthia me dijo que nos fuéramos, ya estaba recompuesta.
El garaje en que estacionó no dejaba a la vista la camioneta y caminó delante de mí hasta ingresar a la habitación, me vino bien esa distancia porque pude acomodarme la verga que ya me dolía al estar aprisionada en mala posición, no era para nada ilógica la erección, a ese lugar no se iba a conversar y el hermoso culo de mi hija con el shorcito de jeans que dejaba al aire casi la mitad de sus ...