JUANCITO, MI NIETO – CAPÍTULO 2.
Fecha: 18/07/2024,
Categorías:
Gays
Hetero
Incesto
Autor: GUILLEOS1, Fuente: SexoSinTabues30
... caminaba.
El caballo apuró un poco el tranco y las entradas y salidas se intensificaron, sus músculos y su conducto estrecho apretaban todo mi miembro,Juancito se quejaba por la cogida y por la fricción en su interior, pero seguía con sus movimientos y alternaba todo con gemidos y exigiendo casi con gritos que se la metiera más. Estuve un rato largo disfrutando de las penetraciones y de sus nalgas blancas que se comían mi verga desafiando las Leyes de la lógica que te decían que ese hueco no podría albergar semejante tronco, como fuere, no tenía ganas de acabar yJuancito también disfrutaba de esto. Finalmente llegamos al bosquecito y al arroyo.
El lugar era verdaderamente espectacular, parecía aislarte del mundo y comencé a sacar mi verga de su agujerito, las nalgas blancas, la tirita roja al costado y el hueco abierto que parecía llamarme, te erotizaba hasta las uñas. Bajé del caballo notando que no tenía vestigios“raros” en la verga y le pregunté aJuancito si se había lavado la colita por dentro,“sí abu, usé una perita de goma con que mi mamá me pone agua para hacer caca cuando estoy duro, lo hice como tres veces hasta que ya no salió nada de agua sucia”, -me contestó contento porque le dije que había hecho muy bien. Saqué los dos toallones grandes y nos acomodamos debajo de unos árboles que daban buena sombra, el agua nos quedaba cerca y luego le saqué el recado y el freno al caballo, lo dejé sólo con el cabestro y lo até para que pudiera pastar luego de que tomara ...
... agua.
Juancito me ayudaba moviendo sus nalgas que parecían más excitantes con la tirita de la tanga perdida entre ellas y me miraba con ganas de seguir, pero ese día sería distinto, seguramente quedaría seco, pero la“pastillita azul” que creí necesario llevar me ayudaría a dejarle el culito echando humo.“Todavía no me diste lechita abu, ¿no me vas a coger más?”, -preguntó haciendo pucheros, le contesté bajándome la bermuda y le dije que si quería leche tenía que tragarla toda, al muy putito se le iluminaron los ojos cuando se tragó de una media verga morcillona y comenzó a mamar y esmerarse en el oral. Me daría otro gusto con mi nieto que no había podido lograr con mujeres mayores, tomé su cabeza a medida que mi verga crecía y le cogí la boca, pero esta vez haría que su nariz se estrellara en mi pubis. Tosió, se le cayeron las lágrimas y algo vomitó, pero su intento no decayó y, forzándolo, logré que su nariz se aplastara en mi pelvis depilada.
Cinco o seis veces lo hice empujando su cabeza, hasta que dejé mis manos de lado yJuancito lo hizo solo como por inercia. Resultó desquiciante notar como movía la lengua por el tronco mientras lo tenía casi ahogado, mi verga comenzó a palpitar y le llené la panza de leche porque pasó de largo por su garganta dilatada, luego dejé que la limpiara y terminé besándolo y agradeciéndole que lo hubiera hecho tan feliz al abuelo.“mi cielo, mi hermoso/a putito/putita, hiciste muy feliz al abuelo, así es como se debe dar una buena mamada”, ...