1. Madura y divorciada, orgullosa de mí misma


    Fecha: 02/07/2024, Categorías: Confesiones Autor: AnneM, Fuente: CuentoRelatos

    ... orgasmo... ¡joder! lo que había sentido antes evidentemente no había sido un orgasmo, esto que sentía ahora me estaba haciendo casi perder el sentido... Luis se tumbó boca arriba sobre la cama y me invitó a sentarme sobre él; de nuevo metió su polla hasta el fondo, le sentía tan adentro que tenía la sensación de que me iba a taladrar... agarrando fuertemente mis nalgas dirigía mis movimientos arriba y abajo limando las paredes de mi coño con su verga.
    
    Las manos de Ana acariciaban mis nalgas, se inclinó sobre ellas y sentí su lengua pasear entre las mismas antes de comenzar a jugar en la aureola de mi ano... ¡joder! otra vez tenía la sensación de que iba a correrme salvajemente. Metió ligeramente la punta de la lengua pero el movimiento de su marido al follarme añadía dificultad... Luis aferrado a mis nalgas como si sus manos fuesen garras empujó hacia abajo de mi como si pretendiera meterse más todavía, me dijo unas cuantas palabras y frase obscenas que me encendieron más aún y añadió que iba a vaciarse dentro de mi... Ana volvió a pasar su lengua alrededor de mi ano y despacio pero con decisión comenzó a introducir en mi ano uno de sus dedos. Fue una sensación extraña, un poco incómoda al principio pero la novedad y situación me producía un morbo inesperado… al tiempo que sentí que lo tenía totalmente dentro Luis empujó otra vez de mis nalgas hacia él y le sentí vaciarse en mi coño al tiempo que lanzaba un gemido más parecido a un gruñido. Al menos escupió cuatro veces ...
    ... dentro de mi hasta vaciarse y entonces estallé en un orgasmo como pensaba que nunca había tenido...
    
    A lo largo de la noche, entre risas Luis me advirtió que no me acostumbrara a lo bueno, se refería a que gracias a la pastilla que se había tomado logró empalmarse cuatro veces, se corrió tres, la cuarta vez estuvo jodiéndonos a Ana y a mi más de una hora pero él, aunque con su polla dura como un hierro, no logró correrse una cuarta vez. Fue la primera noche con ellos y al despertarnos tuvimos Ana y yo sexo oral casi una hora mientras Luis preparaba nuestro desayuno y ocasionalmente nos grababa en vídeo. Hablamos en el desayuno, Luis me iba a "joder" todos los días, pero evidentemente todos los días no podían ser como la noche anterior. Él se encargaría de dirigirnos a su mujer y a mi hasta que, según sus palabras, yo alcanzara el grado de "vicio y depravación" que ya tenía Ana y esperaba de mi. Volvieron a insistir si estaba preparada y de acuerdo con ello y al responder afirmativamente mi cabeza daba vueltas a muchas cosas: estaba decidida, caliente, deseando experimentar todo como había experimentado con Ana sorprendiéndome a mi misma por ello, pero no sabía hasta donde estaban dispuestos a ir ellos y si en algún momento llegaría a arrepentirme.
    
    Era el martes tres de enero, hacía frío y Ana me prestó un abrigo de visón, debajo llevaba un body rojo y ella un bustier. Comencé a mojar en el mismo instante en el que me dijeron que salíamos así a la calle y aunque hacía frío ...
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