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Madura y divorciada, orgullosa de mí misma
Fecha: 02/07/2024, Categorías: Confesiones Autor: AnneM, Fuente: CuentoRelatos
Trabajaba en una entidad financiera y con 55 años recién cumplidos me dijeron que podía irme a casa prácticamente ingresando lo mismo en mi cuenta. Corría 2015 y hacía un par de años que me había divorciado y aunque sexualmente siempre he sido muy activa lo cierto era que para evitar habladurías llevaba bastante tiempo (prácticamente no había probado polla desde mi divorcio) en el "dique seco". Como digo soy bastante activa y me resultaba bastante gratificante satisfacerme a mi misma y sinceramente, tampoco echaba mucho en falta los polvos con mi ex aunque el muy cabrón había intentado en varias ocasiones tener sexo conmigo después de divorciarnos. En el último año había comenzado a navegar por webs porno y de contactos y... desde luego sin intención alguna de relacionarme personalmente con desconocidos si había llegado algo lejos. Tan lejos como aceptar conexiones a través de chats y masturbarme mirando como a su vez un hombre se pajeaba oyéndome gemir mientras miraba alguna foto subida de tono (y con el rostro tapado) que le había enviado previamente. En noviembre de 2016 recién cumplidos 56 años acepté, vestida, mostrarme para una pareja de Barcelona con los que llevaba chateando algunas semanas. Ana y Luis, un matrimonio un año más joven que yo y que se mostraban abiertamente para mi; no pedían que correspondiera de la misma forma, ya les había visto intimar en tres ocasiones y me había masturbado mirándoles tener sexo oral y follar. Luis era normal físicamente, una ...
... buena polla pero ni guapo ni feo, normal. Ana era muy alta, delgada pero con unas nalgas bien hechas y unos pechos grandes, ligeramente caídos por la edad y el tamaño pero que me excitaba verlos bailar con los empujones de Luis, algo que llamó mi atención desde el primer momento que la vi desnuda era su imponente mata de vello púbico que a decir de Luis era lo que más excitaba a los hombres que la habían tenido. Estaba claro que en todo seguía las instrucciones de él y lo que me atraía más de ella era su cara angulosa con labios carnosos y una mirada sensual que parecía pedir sexo continuamente. Tenía cara de viciosa, y sin hacer mohínes o gestitos imitando a actrices porno resultaba para mí excitante mirarla, y si esto fuera poco contribuía a alimentar mis fantasías las continuas frases y expresiones de Luis diciendo que su objetivo era pervertirla, pervertir a su esposa hasta el punto de hacer de ella (eran sus propias palabras) una puta capaz no solo de satisfacer a todos los hombres sino de disfrutar con ello y sentirse plenamente feliz. Como he dicho les vi tener sexo y me excité cada vez que conectábamos escuchando las frases de Luis hacia su mujer y que en cuanto me mostré receptiva también me dirigía a mi. Las últimas semanas recibía todos los días la invitación para visitarlos y, puesto que disponía de tiempo, a permanecer con ellos hasta que fuera también pervertida y disfrutar de mi nueva vida. Viajé en tren y fueron a esperarme a la estación de Sants, tras ...