El Cuñado 2 parte 2 - Relatos Eróticos

El Cuñado 2 parte 2

... metiéndose todo un pezón golosamente, mientras el agua caía sobre los cuerpos.

Ella se puso en puntas de pie para ponerle shampoo en la cabeza y luego enjuagarla.

Y yo literalmente estaba muriendo allí de pie, al costado de la ducha y cuando me sentía desfallecer, cuando pensaba que estaba a punto de desvanecerme, el morbo puro y duro venía en mi ayuda y me inyectaba nuevas dosis de adrenalina y mi polla palpitaba casi tanto como mi corazón alocado.

Y creo que lo peor fue cuando ella, a pedido de él, pegó sus tetones contra esa espalda peluda y sebosa y lo masturbó pasando un brazo por delante.

Oscar extendió sus brazos y apoyó las palmas de las manos sobre los azulejos mientras el chorro de agua impactaba sobre su rostro y su pecho.

Sofá no paraba de pajearlo, siempre con sus pechos aplastados sobre la espalda de orangután de mi cuñado.

Hasta que este tiró un brazo hacia atrás e hizo presión sobre uno de los delicadas hombros de ella para que bajara.

Y ella fue bajando hasta ponerse en cuclillas detrás de él y su boca quedó a la altura de ese culo y metió su pequeña naricita allí y olisqueó como una perrita y luego sacó su lengua y la enterró en el ano de Oscar mientras lo pajeaba y siguió luego con sus huevos, metiendo su cabecita entre las piernas simiescas y comiéndole las pelotas y luego el culo otra vez y él tiró su enorme pollón hacia atrás para que ella pudiera metérsela en la boca y mamarla de ese modo un tanto ridículo, forzado.

Y los ...

... tetones se sacudían pesadamente en ese vaivén de la mamada y no dejaba yo de admirar las curvas prominentes de sus nalgas y las poderosas piernas en cuclillas, como completando una más de tantas sentadillas que hacía en el gimnasio.

Y ya no podía más con todo lo que estaba pasando, esto era peor que lo que había sucedido en el gimnasio, no sabría decir por qué.

Entonces Oscar se giró y cogiendo la nuca de Sofía le folló la boca con fuerza, incrementando la velocidad de la mamada hasta correrse dentro de ella, hasta vaciar las pelotas en las entrañas de mi esposa.

_Pero que buena eres, me tendría que haber casado con vos la puta madre_ dijo él eufórico, mezclando formas idiomáticas española y argentina, la besó ruidosamente en la boca, ella ya de rodillas sobre el suelo de la ducha, limpiándose con la delicada mano un poco de semen de la comisura de los labios.

Se secaron mutuamente, cada uno a su vez, salieron de la ducha cogidos de la mano, Sofía se abrazó a mí y me besó.

_ ¿Te está gustando?_ dijo

_Si…si…_ balbucee

Sentí que su boca, su cuerpo ya no me pertenecían, Oscar tiró de ella y la arrastró casi hasta la cama, allí la hizo poner en cuatro patas y comenzó a comerle el coño ruidosamente, hundía su enorme cabezota entre las nalgas de Sofía como un perro San Bernardo, juguetón y lascivo.

Y ella agitaba su cabeza y gemía, con los ojos cerrados, perdida ya en el placer que estaba sintiendo y luego Oscar la giró y comenzó a mamarle los pechos con deleite, ...