1. La esposa del cornudo (XVII): Shibari y confesión


    Fecha: 05/04/2024, Categorías: Infidelidad Autor: MaestrodeJazz, Fuente: TodoRelatos

    ... efectivamente hicimos. Ya fuera una mamada o que Diego me hubiera penetrado… ha sido sexo intenso… y no era con Luís.
    
    - Cómo va a decirte nada, si ha sido el propio Luís el que lo ha acordado con Diego para beneficiarse de sus “hermanitas perras” y de la mamada que le hicieron.
    
    - No te hagas más el tonto porque no me creo que no lo veas… He tenido sexo con otro hombre…. No tenías ni idea ni de quién era Diego, ni de dónde, ni de lo que íbamos a hacer…
    
    Ahora sí que caí en la cuenta y me callé… Mi polla que había empezado a flojear noté como se endurecía de nuevo.
    
    - Ahora no has consentido… nada, ahora no, Andrés…
    
    - Es verdad que no… pero tampoco pasa nada...
    
    - Te digo que con esa mamada, de la que Diego ha quedado tan contento… yo te he hecho cornudo a la vez… como llevabas tanto tiempo deseando. Pensé que iba a costarme más terminar de contártelo… pero creo que merecías la verdad.
    
    - Gracias, Sole, por tu sinceridad. Sabes bien que no voy a enfurecerme por eso.
    
    - ¿Y qué tal tú… ahora que ya lo sabes?
    
    - Después de lo que haces con Luís… una mamada más o menos… tampoco creo que suponga mucho... Desde luego, me confirma lo que siempre te digo, Sole, tu inmensa capacidad para dar y recibir placer. Aunque estemos casados, no tengo derecho a restringirte en eso. Encima, ya ves que hasta lo he deseado… muchas veces.
    
    - ¿De verdad, Andrés? Tú lo intentas decir bonito pero es como si dijeras: “Como mi mujer es medio ninfómana, que se meta en la cama y que ...
    ... folle con quien quiera, mientras yo me pajeo al saberlo”… ¿es que solo sientes eso?
    
    - A ver, Sole, es que no es tan sencillo. ¿Qué me excita saberlo? Ya has visto que sí. Pero que siento más cosas, es claro que sí.
    
    - Pues estoy esperando oírte, Andresito.
    
    - A ver, Sole… De verdad que no me arrepiento de lo que siempre te he dicho, ni de pensar que tú debes tener toda la libertad para irte con quien quieras. Pero hay cosas que claro que me pican, joder…
    
    - Por ejemplo…
    
    - Puedo entender tu enfado cuando te conté el encuentro que yo había preparado para tí y los dos brasileños a los que yo había contactado por chat (cap. 1 y 2), para que tuvieras el trío con el que yo sabía que tú fantaseabas.
    
    - Es que claramente te pasaste…
    
    - Quise que fuera una sorpresa casi hasta el final. Y entiendo que eso no era razón suficiente... y que no aceptaras por haber sido todo una iniciativa mía, sin tu permiso ni tu participación.
    
    - Veo que no lo has olvidado…
    
    - Pero entonces, ¿cómo aceptas ahora que Luís sí que pudiera prepararte sobre la marcha un encuentro con Diego para practicarle sexo oral? ¿Y que eso hubiese sido solo fruto del acuerdo tomado en un minuto entre ellos, para intercambiarte con sus “perras”, sin consultar con ninguna de vosotras ni teneros en cuenta en ningún momento?
    
    - Visto así… Andrés, sabes que en frío, yo no hubiese aceptado. Pero allí… no supe negarme.
    
    - No te he pedido que no lo hubieras hecho, Sole… Si así lo sentiste, me parece bien ...