La esposa del cornudo (XVII): Shibari y confesión
Fecha: 05/04/2024,
Categorías:
Infidelidad
Autor: MaestrodeJazz, Fuente: TodoRelatos
... cuenta que yo movía ya mi mano como si me estuviera masturbando. Sin duda, le costaba continuar…
- A ver cómo te digo, Andrés… no era un reservado totalmente… y también aparecieron por allí Luís y las dos “perras” de Diego… Mientras estuvimos solos, tiraba de mí con la cadenita que llevaba unida a las pinzas de mis pezones... y con la correa de mi cuello en la otra mano.
- Te trató como a una de sus “perras”... como si te quisera adoptar.
- Me hizo dar un paseo por aquella habitación… como muy ceremonial, siempre él por delante… Tirando lo justo para que yo no me pudiera separar porque se estiraban mis tetas y mis pezones... y eso llegaba a ser desagradable aunque excitante también... Se sentó en un cómodo sillón y, con toda naturalidad, me pidió que si quería arrodillarme o acercarme a sus pies…
- Una nueva perra un paso detrás suya... una nueva perra en el suelo a sus pies… sin duda, ese hombre sabe hacerlo…
- Ya te digo que no tardaron en entrar Luís y las dos chicas… Ellas se arrodillaron ante Diego con la cabeza inclinada hacia abajo y en actitud muy sumisa. Luís le habló a Diego al oído y, con un gesto, Diego asintió. Solo después de eso, Luís las cogió de sus correas y las llevó al otro extremo... donde había otro sillón.
- Los Amos en sus sillones, y las perras, intercambiadas ahora, cerca de ellos pero ocupando su lugar en el suelo…
- Luís estaba empalmadísimo y ellas empezaron enseguida a lamerles los huevos y la polla. No sé lo que sentí al ...
... verlos así… esa escena que, claramente, yo no esperaba ver…
- Las perras de Diego a punto de mamarles la polla a Luís, ufff
- Levanté la mirada y fijé mis ojos en los de Diego, sin decir media palabra. Yo tenía una mano en su rodilla. Él me la llevó hasta su polla, aun solo semierecta, y me dijo: “Tú también puedes hacerlo”.
- Ufff, lo que digo, puto Amo...
- No ví mucho de lo que las chicas le hicieron a Luís pero luego me contó que fue brutal recibir esa mamada a dos bocas, la primera de esa clase que había recibido en su vida. Para entonces, yo me había acomodado entre los muslos de Diego. Sentí la polla de ese hombre crecer dentro de mi boca… en pocos segundos… me costaba respirar...
- No tengo duda de que le hiciste terminar. Y que Diego, con toda la experiencia que tenía, también sintió algo que no había sentido antes.
- Me da vergüenza decírtelo, pero sabes que soy buena haciendo eso, y que cuando me empeño…
- Lo se por experiencia lo buenísima que eres...
- “Qué bien la mamas, joder”… no puedo parar hasta que escucho eso... Diego también lo dijo.
Yo me tocaba la polla muy abiertamente, con mi mano subendo y bajando a una velocidad que yo no podría resistir mucho tiempo.
- Cuando me levanté, el semen de Luís se veía en el suelo.
- Estoy seguro que de la leche de Diego, no encontraron ni rastro.
Sole me miraba ahora, mientras yo me pajeaba frenéticamente, intentando imaginar todo lo que me estaba contado. Los dos sabíamos que yo no ...