Decías no pero, empujando, hacías que fuera sí
Fecha: 27/03/2024,
Categorías:
Infidelidad
Autor: suruminga, Fuente: CuentoRelatos
... demasiada mujer para vos”:
- “Seguramente, ella es una dama preciosa”.
- “O sea que estás preparado para tener cuernos, y de esa manera equilibrar la balanza”.
- “No, y espero que antes de hacerlo me avise, así acordamos nuestro futuro”.
- “No te va a avisar porque ya los tenés, mirá…”
En ese momento, mientras sacaba su celular para mostrarme algo, llegó mi novia.
- “Veo que ya se conocen, de qué hablaban?”
- “Él me conoce poco y yo, al revés, nada. Me estaba diciendo que sos demasiada mujer para mí, y que la manera de equilibrar las cargas es que me pongás los cuernos, cosa que, según él, ya has hecho. Cuando llegaste estaba por enseñarme algo en el teléfono”.
Con la cara congestionada por la furia se dirigió al grandote.
- “Vos sos un enfermo, cómo vas a decir eso!”
- “Bien que anoche gritabas de gusto cuando te llenaba el culo de leche”.
- “Realmente estoy frente a un hijo de puta, vamos querido”.
Tres pasos habíamos dado cuando sonó nuevamente la voz del galán.
- “Che electricista, decile que te muestre el culito, seguro que no se le cerró del todo”.
Lo suficientemente lejos del engreído musculitos aproveché para insistir sobre algo, que hasta entonces me había negado.
- “Las palabras de tu amigo me han renovado el deseo de disfrutar de lo que acunan tus nalgas”.
- “Ni loca, yo no hago eso”.
- “Una lástima, voy al baño y luego te alcanzo”.
Pensando que este episodio recién empezaba, hice unos pasos en la dirección ...
... indicada y me oculté en un recodo. Y fue tal cual, el galán dejado de lado renovó la apuesta, a pasos largos alcanzó a mi novia y tirando de su mano la llevó, casi a rastras, hasta el primer piso entrando en la primera habitación encontrada y cerrando la puerta.
Apoyado al lado del marco encendí un cigarrillo y recurrí al depósito de paciencia para escuchar el desarrollo de la reunión que tenía lugar puertas adentro. No hizo falta aguzar el oído para enterarme de lo que sucedía pues el encuentro tenía características de confrontación.
- “Escuchame bien putita ordinaria, la próxima vez que me insultés delante de otro te bajo los dientes”.
- “Vos sos el culpable, bien sabés que a mi novio lo amo aunque tu poronga me tenga loca”.
- “De todos modos me importa una mierda y ahora te voy a romper el orto, así, sin lubricación voy a taladrar ese agujero aunque llorés”.
Escuchar eso me dio bronca y pena, por lo que decidí hacer dos cosas, dejarla y arruinarle la distracción al amante; para ello abrí despacio, algún pequeño ruido fue disimulado por los ayes de la sodomizada y echando humo toqué con los nudillos la puerta, ante lo cual se dieron vuelta.
- “Querida, lejos de mí querer arruinarte el placer, pero tu activa participación contribuyendo a que este neanderthal oligofrénico te reviente los agujeros, nos está dejando mal a ambos, vos mostrando ser una flor de puta y yo un cornudo. Como no pienso consentirlo se acabó nuestra relación, te sugiero que en el futuro ...