Nombre de ángel: Matías
Fecha: 19/09/2017,
Categorías:
Erotismo y Amor
Hetero
Autor: Mewlen, Fuente: CuentoRelatos
... continua... no supe explicarlo bien, pero podía sentir como si su concha, en vez de apretarse como las veces anteriores, latiera, pulsara al unísono con su corazón. Continué sin embargo mi frenético martilleo, empotrando su cara en la almohada mientras la oía berrear apagadamente cada poco tiempo. Al final, cuando sentí que explotaba, llevé mis manos a sus tetas usándolas casi como agarraderas para poder plantar mi leche en lo más profundo de su coño. Con aquello volvió a venirse, esta vez pidiéndome que parara. Aquello me sacó de esa especie de trance. Me sentí morir cuando vi lágrimas en sus ojos y me separé de ella pidiéndole perdón. Me dispuse a levantarme de la cama cuando me abrazó por la espalda, deteniéndome. - Para Matías... no me malentiendas - Susana, yo... no sé qué me pasó... - Yo sí... - Lo siento... no quería hacerte daño - Lo sé mi ángel... aún tenemos que aprender a hacer el amor - Fui un bruto, perdóname - Oye, que a mí me gustó... pero al final sí me hiciste un poco de daño - ... Déjame ver... Me miró un par de segundos intrigada, pero la preocupación en mis ojos era genuina. Se echó hacia atrás, sentándose en la cama, mientras yo volví las luces a su nivel normal. Cuando me volví a verla tenía sus piernas juntas y sus manos en la espalda... además de eso estaba llorando y sonriendo, simultáneamente. No entendía qué pasaba, pero mi primera preocupación fueron sus lágrimas. - ¿Qué pasa, amor? Me indicó con una mano que me sentara; lo hice de inmediato, ...
... preocupado. Una vez allí, me mostró muy ufana su otra mano: Había en ella bastante humedad, algo de espuma... y sangre. No entendí de inmediato todo aquello, pero se arrojó sobre mí riendo y besándome por toda la cara. - Sangré, Matías... ¡sangré!... ¡sangré por y para ti! Para mí, honestamente, no significaba demasiado. En mi interior yo siempre había sido su primer hombre. Fue a mí quien decidió darle su cuerpo por primera vez y su alma para siempre. No había duda de ello... pero claramente para ella era algo importante y, si era importante para ella, lo era aún más para mí. Tomé su cara con mis manos y la besé con la mayor ternura posible. Ella correspondió al beso y comenzó a llorar, creo que tanto de tristeza como de alegría. Fue algo extraño, pero sentí el calor de su corazón junto al mío... casi como si con aquello dejara ir un poco sus demonios. Continué besándola y acariciándola, recorriendo sus cabellos y dibujando su cara con mis dedos hasta que acabó por quedarse dormida en mis brazos. No me atreví siquiera a moverme por casi una hora. Desafortunadamente, por mucho que deseara permanecer así hasta la mañana siguiente, mi espalda tenía otras ideas, así que me vi forzado a recostarla a mi lado. Salí lo más silenciosamente que pude al baño y, luego de descargar aguas, llamé a Miguel. - ¿Está lista? - Está frente a tu casa, lista y dispuesta... trátala bien por favor - No te preocupes - Dejé las llaves bajo la tapa del combustible - Perfecto - ¿Y?... ¿qué tal? - ¿Qué cosa? ...