Nombre de ángel: Matías
Fecha: 19/09/2017,
Categorías:
Erotismo y Amor
Hetero
Autor: Mewlen, Fuente: CuentoRelatos
... así, le recordé que siempre podría contar conmigo y que, llegado el caso, incluso le ayudaría a "esconder el cadáver y darle una coartada"... Al menos su risa me dijo que las cosas no iban tan mal, permitiéndome volver algo más tranquilo a casa. Hacía ya bastante frío aquella noche cuando pasé en mi destartalado Fiat 600 por enfrente de un McDonald's, así que decidí darme un "lujo" y pasé por el autoservicio a comprar algo de algo de comida, aprovechando que aún me duraba mi pequeño excedente de los trabajos de la semana pasada. Una vez atendido, enfilé en dirección a la carretera. No había recorrido más de una calle cuando ocurrió. No alcancé a distinguir con claridad, pero una figura asomó por sorpresa frente a mi automóvil desde detrás de uno de los vehículos estacionados. Por fortuna no iba muy rápido (y mi auto tampoco es muy pesado), de tal forma que pude, al menos en parte, reducir la velocidad. Miré hacia el frente, blanco, gélido. El corazón me bombeaba a mil mientras bajé a ver el descalabro. Era una adolescente, casi una niña; tendría quizás unos 15 años. Me asustaron sus contusiones, pensé que le habría hecho daño realmente. Me acerqué a ella mientras el desgraciado que venía tras de mí pasó de largo sin prestar ayuda. Me volvió el alma al cuerpo cuando la escuché quejarse. - Estúpido... Estaba tan feliz de que estuviera viva que no me importó que me hablara así - ¿Estás bien? -pregunté- - ¡No, idiota! -me dijo sollozando-... me torcí el tobillo y creo que mi codo ...
... está dislocado La examiné rápidamente. No sabía mucho de primeros auxilios, pero no parecía tener una dislocación - Ven, vamos, tienes que ir a un hospital - ¡No!, ¡de ninguna manera!... - ¿Qué pasa?... ¿te piensas que voy a dejarte aquí, así de herida? - ¡Que no, dije! - Mira, o te subes al auto, o llamo a la policía para que te lleven ellos - Claro, y de paso te llevan a ti por atropello - Me da igual, mientras te vean a ti - Sí, claro - En serio niña... - Ya, anda... vete por donde ibas y déjame tranquila, ¿quieres? La tomé simplemente y la metí en mi cacharro. Me sorprendió su ligereza y, ya teniéndola cerca, me percaté de lo liviana de ropa que iba: apenas unos pantalones cortos y una playera negra... no me costó armarme una idea de por qué no quería que la llevara a un hospital - Así que, de fiesta sin permiso de tus padres, ¿eh? - ¿A ti que más te da? - A mí, nada... a tu edad hice cosas aún peores... pero creo que es mejor que tus padres sepan que tuviste un accidente - No, por favor... no quiero más problemas - Está bien, pero seguro que en el hospital te taparán en preguntas - Haz lo que tengas que hacer y déjame tranquila, ¿quieres? El viaje al hospital fue en silencio, a pesar de las preguntas que le hice. Ni siquiera me dio su nombre. Supe que se llamaba Susana Avilés porque lo escuché cuando dio sus datos en urgencias. Me cercioré que la atendieran y quise retirarme del lugar, pero el enfermero que la atendió me pidió que esperara mientras llamaba al policía de ...