Nombre de ángel: Matías
Fecha: 19/09/2017,
Categorías:
Erotismo y Amor
Hetero
Autor: Mewlen, Fuente: CuentoRelatos
... conoces, soy un hombre de pocas palabras, y ya hablé claro. La batuta es tuya. Si me dices que no, no volveré a pedírtelo. Nunca te dejaré, pero tampoco tengo tiempo que perder. Esperé dos años para poder preguntártelo y no estoy dispuesto a esperar un segundo más... Ya te lo había dicho: hoy te demostraría que tan loco estoy por ti... - Sí... - Sí, ¿qué? - ¡Sí tonto!, ¡quiero casarme contigo! La oficina estalló en júbilo. Susana acertó a mirar hacia afuera y vio, en primer plano, a mi madre, quien la miraba desde la puerta de la oficina - Hola Susana... Si quieres puedo ser tu testigo, hija Me soltó y se puso de pie para abrazar a mamá, quien le entregó un ramo de flores. El resto de la oficina aplaudía a rabiar y más de una chica lloraba a moco tendido. Miguel, por su parte, hacía lo que podía por no llorar. - Grandísimo cabrón hijo de... tu señora madre... ojalá mi Rubén hubiera sido igual de romántico cuando me pidió matrimonio Mientras Susana recibía múltiples felicitaciones Miguel y yo ayudamos a la señora Mercedes Martínez, oficial del juzgado, a preparar el libro de actas. Me senté con actitud casi infantil sobre el escritorio. Cuando Susana se giró a verme pude darme cuenta que recién entendió que el "ahora" de mi propuesta había sido literal. Se acercó con la mirada firme, con una inocencia deliciosa en el movimiento de sus hombros y sus caderas... Se acopló a mí con un beso lleno de nervios. Traté de calmarla con mi actitud, sonriéndole como quien está a punto de ...
... hacer una travesura. Me devolvió la sonrisa, llena de alegría... Quería congelar ese momento. Estaba frito; lo sabía hacía casi dos años. Me paré al lado de ella, con Miguel como mi testigo y mi madre flanqueando a Susana. La señora Mercedes comenzó. - El matrimonio es, ante todo, un contrato civil celebrado entre dos personas, con el propósito de formar una familia. Es, por lo tanto, el pilar de... Además de los votos del matrimonio civil, ambos nos prometimos algo. Yo le prometí que, aunque dejara de amarme, jamás la dejaría sola. Ella me prometió que, pasara lo que pasara, haría lo que fuera necesario por hacerme feliz. Dijimos nuestros "Sí, quiero" sin dejar de mirarnos y el primer beso como marido y mujer fue recibido con vítores de los presentes. Miguel había organizado una pequeña fiesta para nosotros allí mismo, en secreto para Susana. Me sorprendió gratamente lo mucho que la querían en la oficina. Me alegré de veras al verla disfrutar con un grupo de amigas al que era ajeno y pude, no sin cierta sorpresa, descubrir las dotes de cantante que tenía Susana cuando estaba frente a una audiencia. Un rato más tarde, cuando ya todo era jolgorio, risas, alcohol y baile, mi madre se nos acercó para dejarnos en claro que tendría que haber una boda por la iglesia. Dejé la decisión en manos de Susana, quien me sorprendió al acceder, pero sólo a una ceremonia sencilla y sin mayor gasto, y sólo porque era mi madre quien insistía. Mamá se dio por satisfecha y se despidió de todos. ...