Jennifer: Mi vida.
Fecha: 09/03/2018,
Categorías:
Sexo Duro
Autor: lujuria69, Fuente: xHamster
... algunas cosas que necesitaba para su aseo personal mientras mi curiosidad femenina me obligaba a permanecer allí mirándoles casi sin respirar para no delatar mi presencia y con evidentes ganas de saber como terminaba aquello. Después de limpiarse la leche que se había depositado en su mano en el calzoncillo del varón, la joven se dio la vuelta en el momento en que Pedro, casualmente, pasaba cerca de ella y agarrándose con las dos manos las tetas y haciéndole unos gestos un tanto significativos, pareció ofrecérselas antes de que las introdujera en el sujetador y las cubriera con la blusa al mismo tiempo que, sin apartar su mirada de Pedro, volvía a pasar su lengua por los labios y a cerrarlos para enviarle besos. Aquella actitud me hizo reaccionar. Su acompañante aún se estaba limpiando con el rabo al aire cuándo me acerqué a ella y la dije:“¿Se puede saber que es lo que quieres, so zorra?”.La mujer me miró de arriba abajo y sacando más sus pectorales como queriendo señalar que sus tetas eran más voluminosas que las mías, me contestó:“Que tu hombre me joda igual que a ti”.Me esperaba cualquier cosa de una desvergonzada como ella pero aquello, precisamente, no había pasado por mi cabeza. No me había repuesto aún de su contestación, cuándo me agarró del brazo y me pidió que fuera con ella al water dejando al crío al cuidado del hombretón. Como no lograba localizar a Pedro con mi vista y ella no dejaba de tirar de mi brazo, la tuve que acompañar. En cuanto entramos en un ...
... compartimento se bajó su ceñido pantalón y el minúsculo tanga de color negro y acomodándose en el inodoro soltó una buena meada mientras me comentaba que ella había sido unas de las primeras chicas que permitió que Pedro la sobara mientras le chupaba la verga para recibir la leche en su boca. La miré muy sorprendida y ella, limpiándose, me indicó que el hombre solía realizar una de las rutas de transporte escolar de su colegio y que siempre que se presentaba la ocasión, la tocaba sintiendo una especial predilección por aquella almeja abierta, amplia y jugosa que estaba viendo, por hurgarla en el culo y por sus tetas para ponerse muy cachondo y pedirla que le hiciera una mamada ya que, aunque tocaba a varias de las alumnas que transportaba, era de las pocas que accedía a chuparle la chorra; a recibir sus polvos en la boca y a tragarse la lefa sin rechistar. Me indicó, asimismo, que Pedro había intentado penetrarla en múltiples ocasiones pero que ella siempre se había opuesto al decirle que, para ello, tendría que usar condón cosa de la que el hombre nunca había sido partidario. En cuanto se vistió bien, salimos del water y me indicó que se llamaba Elsa y que tenía veintitrés años. No llegaba a entender que es lo que pretendía al hacerme aquellas confesiones que, por otro lado, conocía desde hacía bastante tiempo de labios de Pedro y me interesé por saber lo que, en el supuesto caso de que accediera a que tomara parte activa en nuestra actividad sexual, obtendría a cambio y la joven, ...