1. Jennifer: Mi vida.


    Fecha: 09/03/2018, Categorías: Sexo Duro Autor: lujuria69, Fuente: xHamster

    ... sufrir depresiones y problemas nerviosos viendo que mi padre no la ayudaba en nada y que lo único que le preocupaba era poder echarla leche y más leche dentro de la almeja y engendrarla más hijos. Cuándo mi progenitor encontró trabajo en una multinacional situada en territorio español, el estado mental de la chica, que estaba de nuevo preñada, era deplorable por lo que decidió internarla en un centro psiquiátrico mientras que a todos los hijos que había tenido con ella los entregó a un centro de acogida de menores para que pudieran ser adoptados por lo que fui la única que le acompañó en esa nueva vida que pensaba llevar a cabo en España.Isidro no tardó en encontrar consuelo en brazos de una fémina, llamada Milagros, que era diez años más joven que él y su superior inmediato en el trabajo, con la que decidió casarse medio año después. Cuándo esto sucedió tenía nueve años y estaba demasiado desarrollada para mi edad. Mi padre, esta vez, no pudo dominar a la hembra como a él le gustaba hacerlo y fue Milagros la que, poco a poco, le fue sometiendo para que hiciera todo aquello que la complacía hasta llegar a humillarle en público al mismo tiempo que mi nueva madrastra demostraba no sentir demasiadas simpatías por mi y no hacía otra cosa que castigarme sin motivo. Un día que me llevó al pediatra para que me pusiera una vacuna, creo que para la rubéola, el médico la indicó que convenía hacerme un estudio para determinar si era conveniente frenar mi rápido crecimiento con un ...
    ... tratamiento hormonal. Milagros permitió que me hicieran unas radiografías para determinar mi edad ósea; una ecografía para ver el estado de mis ovarios y que me hurgaran en el raja vaginal estando ella presente, cosa que me dio la impresión de que la “ponía”, pero, al acabar de hacerme las pruebas, le dijo al pediatra que no quería continuar con aquello ya que consideraba que el tratarme con hormonas sería ir en contra de la naturaleza. Cuándo tenía diez años y medio me bajó por primera vez la regla y desde entonces Milagros me obligó a permanecer totalmente desnuda en casa para poder tocarme; mamarme mis ya espléndidas tetas; masturbarme y verme mear. Ella disfrutaba “haciéndome unos dedos” y hurgándome en el ojete con sus dedos ó con un vibrador con el que conseguía provocarme unas monumentales defecaciones pero, a pesar de que las masturbaciones eran exhaustivas y largas, me costaba mucho “romper” y nunca llegué a alcanzar más de un orgasmo. Un año más tarde comenzó a penetrarme vaginalmente, echándose sobre mí ó haciendo que me colocara a cuatro patas, poniéndose una braga-pene provista de un “instrumento” de unas dimensiones más que considerables mientras me decía:“Disfruta y mójate, perrita, que así es como me jode tu padre”.Pero aquel no fue el único agravio sexual que sufrí puesto que en el colegio también me sentía acosada. Por un lado, un grupo bastante nutrido de chicas me obligaba casi todos los días a quitarme la ropa delante de ellas para poder tocarme y masturbarme ...
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