Jennifer: Mi vida.
Fecha: 09/03/2018,
Categorías:
Sexo Duro
Autor: lujuria69, Fuente: xHamster
... derecha. Hizo todo lo posible por retrasar al máximo su eyaculación y después de mojarme por quinta vez con otra grandiosa cantidad de lefa, decidió que me tumbara en la cama boca abajo para iniciar el año dándome por el culo. La verdad es que José Enrique, mi marido, me había enculado un montón de veces pero me daba mucho miedo que llegara aquel momento ya que el nabo de Pedro era de excepcionales dimensiones y temía que pudiera desgarrarme el ojete al penetrarme ó causarme alguna lesión interna a cuenta de su largura al encularme. El hombre me lamió el ano y me lo abrió y cerró con sus dedos infinidad de veces consiguiendo que me tirara una amplia y sonora colección de pedos antes de que procediera a “clavarme” el pene analmente sin muchas contemplaciones al ponerme la punta en el ojete y echarse bruscamente sobre mi haciendo que el ano dilatara a lo bestia y me entrara entero. Mientras me daba unos envites impresionantes me sentí como una autentica puta a su servicio y a pesar de que, al principio, me hizo mucho daño y no pude evitar chillar de dolor no tardé en hacerme a las dimensiones de su picha por lo que comencé a colaborar para intentar incrementar su placer y el número de mis orgasmos anales mientras al golpearme continuamente en la raja vaginal con sus gordos cojones me hacía llegar al clímax y mearme, en mayor ó menor cantidad, durante todo el proceso ya que, para ese momento, el “fuelle” de mi vejiga urinaria hacía tiempo que no controlaba. Cuándo, después de ...
... bastantes minutos dándome por el culo, me soltó su polvo en el interior del trasero me encantó y más, cuándo unos segundos más tarde, lo completó echándome su micción. Me siguió enculando durante algo más de medía hora entre profusión de insultos; volvió a mearse y se percató de que la punta de su pilila había quedado encajada en mi intestino por lo que, a pesar de que me puse un poco histérica, tuvimos que esperar a que perdiera su erección para que me la pudiera sacar momento en el que mi esfínter decidió “aliviarse” por lo que, sin tener que apretar, defequé dos veces seguidas con una suavidad impresionante y sintiendo unas sensaciones realmente placenteras mientras mi caca, mayormente líquida, se iba depositando en la boca de Pedro. A continuación, llegaron las múltiples m*****ias y los escozores anales que el hombre intentó reducir dándome una gran cantidad de crema hidratante en el ojete en cuanto acabé de vaciar mi intestino y una persistente diarrea que me tuvo en vilo durante todo el día de Año Nuevo permitiendo que Pedro se diera un verdadero atracón de mierda líquida.Desde la noche mágica de Reyes, en la que me regaló dos estuches de colonia, un picardías, un conjunto de ropa interior prácticamente transparente y un precioso, aunque sumamente minifaldero, vestido lleno de encajes y lentejuelas, se hizo habitual que Pedro me echara al menos un polvo diario dentro del culo con lo que consiguió que superara definitivamente mi estreñimiento para, en su lugar, verme ...