Jennifer: Mi vida.
Fecha: 09/03/2018,
Categorías:
Sexo Duro
Autor: lujuria69, Fuente: xHamster
... un poco para poder observar como me la “·clavaba” y me follaba mientras me apretaba las tetas. Como el cipote no perdió su erección después de haberme echado su cuarto polvo, me decidí a cabalgarle vaginalmente en busca del quinto pero, a pesar de que acabé echada sobre él con las piernas cerradas, mis fuerzas se agotaron antes de que llegara a producirse la eyaculación. Aunque me tuve que levantar varias veces para mear puesto que, una vez más, terminé afectada por una incontinencia urinaria, dormimos hasta el mediodía.El día de Navidad decidí iniciarlo haciéndole una cubana lo que me supuso acabar con las tetas, la cara, el cuello y los hombros llenos de lefa cuyos chorros salieron con tanta fuerza que, asimismo, cayeron en la sábana y en el suelo. No tuvimos problemas para preparar la comida puesto que la noche anterior había sobrado más que suficiente y al igual que la cena de la Nochebuena, celebré mi primera comida de Navidad totalmente desnuda. Por la tarde nos dedicamos a masturbarnos y a hurgarnos mutuamente en nuestros anos hasta llegar a provocarnos la defecación que nos comimos al igual que nos bebimos nuestras meadas. Pedro utilizó por primera vez conmigo un consolador de rosca y unas bolas chinas que me regaló en un día tan señalado con lo que comencé a olvidarme de mi estreñimiento para volver a ser bastante regular en mis defecaciones. Por la noche, me volvió a penetrar a estilo perro para, después de eyacular, permitirme que le hiciera una buena cabalgada ...
... vaginal que, esta vez, sí que culminó echándome una gran cantidad de lefa y una nueva meada dentro del chocho.Volvimos a cenar juntos el día de los Santos Inocentes con el propósito de mantener una nueva sesión sexual en la que me volvió a echar dos nuevos polvos el primero acostada a lo ancho de la cama y el segundo tirándome permaneciendo ambos de pie manteniendo una de mis piernas más elevada que la otra.La Nochevieja comenzó a desarrollarse de una forma similar a la Nochebuena con la salvedad de que, en cuanto nos comimos las uvas, nos acostamos para mantener nuestra primera sesión sexual del nuevo año. Aquella noche me dio la impresión de que Pedro estaba demasiado salido puesto que se comportó como un autentico semental. Me echó, en primer lugar, dos polvos y tras el segundo una larga meada, cepillándome durante algo más de medía hora colocada a cuatro patas y con el culo en pompa. Después de descansar durante una hora, le hice soltar el tercer polvo efectuándole una cabalgada mientras que el cuarto y su segunda meada lo echó mientras permanecía acostada sobre él con las piernas cerradas y permitiendo que me hurgara en el culo con sus dedos al mismo tiempo que mis tetas se restregaban contra su torso. Eran las cinco de la mañana, cuándo después de un nuevo descanso y de haberme metido vaginalmente las bolas chinas logrando que llegara dos ó tres veces al clímax, Pedro procedió a follarme, de nuevo, permaneciendo los dos de pie y con mi pierna izquierda más elevada que la ...