-
Historia del chip 022 - Espejo - Daphne 008
Fecha: 16/09/2017, Categorías: Grandes Relatos, Lesbianas Autor: chopin, Fuente: CuentoRelatos
... pero si vas a aceptar la hospitalidad de mi amigo a cambio le muestras tu cuerpo con orgullo. ¿Es un buen trato? — Daphne no lo cree, pero hipócritamente sonríe. —Sé que no sientes demasiado esa sonrisa, pero si vamos a estar juntas te va a tocar acostumbrarte a estar completamente desnuda junto a mis amigos prácticamente siempre. Inténtalo hoy y quizás en un futuro recordemos las dos estos momentos como entrañables. Jennifer siempre parecía tener razones para todo. La casa estaba abierta y entra directamente en la cocina. Prepara café y tostadas. Tres para ella y una para H4. Se sientan fuera a contemplar cómo se ilumina el día. El expreso de Daphne no dura demasiado ni su mísera tostada con mantequilla. Va a la cocina a por agua, bebe dos vasos y trae uno a Jennifer. —Gracias, H4. A Daphne no se le escapa el detalle. ¿No podía ser Daphne en vacaciones y lejos de la escuela? Siente los pechos rebosar. Recuerda que habría que extraerle la leche. Cuando Jennifer lo deseaba emitía una sustancia que inducía leche en Daphne. Y por lo que se veía hoy era uno de esos días o noches. —Necesitaré que me ordeñes, A1— reconoce Daphne. También estaba obligada a usar ese vocablo. —Bien, ya no lo recordaba. Si te parece, le ofreceremos tus pechos a mi amigo. Es lo menos que podemos hacer ya que nos hemos autoinvitado a desayunar. Justo en ese momento escuchan pasos por la escalera. —Renoir, soy Jennifer. Y H4. Quería darte una sorpresa. Renoir sonríe. Mira a Daphne mientras abraza a su ...
... amiga. Debía tener unos cuarenta años o más. Era difícil de calcular hoy en día con los tratamientos que surgían como la espuma. Daphne devuelve la sonrisa y espera. Renoir viene a abrazarla, lo que no ayuda a quitarle la turbación que siente. Creía que estaba acostumbrada a desnudarse en casi cualquier situación, pero siempre terminaba fuera de juego. —Es tan bella como tú. Si necesita algún vestido o un bañador…—ofrece. Jennifer se rie y niega al mismo tiempo. —No, no es necesario. Verás. Es mi mejor amiga de la escuela de modelos. Pero algo tímida. Así le ayudo a vencer su pequeño problema. ¿Verdad que es maravillosa? —Sí que lo es. ¿Queréis más café o un desayuno más copioso? Veo que sólo habéis tomado algo de pan— ofrece Renoir sin dejar de mirar a Daphne. —Yo tomaré algo más un poco más tarde, gracias— dice Jennifer mirando a Daphne que supo qué quería oír A1. —Yo nada. Gracias, Renoir. La sonrisa de Daphne quizá resultó demasiado forzada. —En fin, yo me voy a preparar unos huevos fritos, tostadas y algo de zanahoria— dijo Renoir. —Antes de que desayunes, Renoir: ¿te gusta la leche materna? — preguntó Jennifer. Renoir sacude la cabeza sin saber a qué se refiere su invitada. Jennifer le muestra el camino y empieza a mamar el pecho derecho de Daphne. Renoir acepta la invitación y se inclina para degustar el pecho izquierdo. Resulta algo incómodo y Daphne busca un método más práctico. Se sienta en la mesa y ambos la siguen. Diez minutos más tarde acaban. Daphne además de ...