Historia del chip 022 - Espejo - Daphne 008
Fecha: 16/09/2017,
Categorías:
Grandes Relatos,
Lesbianas
Autor: chopin, Fuente: CuentoRelatos
De nuevo en el taxi. Daphne se alegra de haber salido del antro tecnológico. Les espera un avión y la playa. No le sorprende ver un reactor típico de ejecutivos. Las dos pilotos y la azafata hace tiempo que están preparadas. El frío de la noche y los pies casi desnudos la excitan mientras sube la escalerilla. Jennifer y los pilotos están detrás de ella. Sólo la azafata ha subido antes. Así que los espectadores ven las figuritas balancearse junto a los muslos desnudos mientras que la azafata ve las otras miniDaphnes a cada lado del cuello. Está alerta como Jennifer le solicita siempre. Bien alerta. Sabe que Jennifer ve en las figuritas como las plantas de los pies se han excitado, así como los pezones y los lóbulos de las orejas, que cada vez están más sensibles. Y toda la zona entre sus piernas, ahora que se ha puesto en marcha otra vez. No tiene ni idea como funciona el software y como representa su excitación, pero no se engaña: la exhibe impúdicamente. Hasta debe saberlo mejor que ella misma. Su mente sólo parece tener conciencia de algunos detalles. Mientras tanto, Jennifer habla con la comandante y le explica que ha decido cambiar el destino. Van a ir a Barbados. Lamenta haberle informado con tan poco tiempo, pero ha surgido algo que le obliga a ir allí. No importa lo que tarden en cambiar el plan de vuelo. La comandante le dice que no se preocupe. Tardarán media hora más en despegar por los trámites. Pueden aprovechar para cenar algo mientras. Jennifer le da las ...
... gracias. Una vez en el avión, Jennifer informa también a la azafata del cambio de planes. Le solicita dos menús y le dice que estarán en la suite del avión. Daphne se sonroja. Está claro lo que van a hacer allí. Y comer no va a ser lo único ni lo principal. La azafata les sugiere servir la comida antes del vuelo, ya que van a tardar unos minutos en confeccionar la nueva ruta y el plan de vuelo. Daphne, muerta de hambre como siempre, le ruega con los ojos a Jennifer que acepte. Desgraciadamente sólo les sirven un menú a instancias de A1. Por cada tres bocados de Jennifer, uno de Daphne. En su interior, H4 está contenta. Muchas veces sus raciones son más pequeñas. Como el postre lleva azúcar no hay nada para Daphne. El café expreso, doble y amargo, no falta. Debe aparecer en las noticias mundiales o algo así, pues Daphne no sabe cuándo le ha dicho Jennifer a la azafata que lo trajese con esas especificaciones. No ha terminado de tomárselo cuando nota el sabor a esperma en su boca. Ése es uno de los síntomas que aparece cuando el modo viólame rebrota. Quiere besar a Jennifer. —Para, ya lo sé. Tus chivatas. Daphne recuerda, la humillación inundando su vagina. Coge una las dos figuritas que tiene a cada lado del vestido, recostadas en el asiento y ve sus colores. Los pezones están iluminados. El cuello, los lóbulos de las orejas, la zona inferior de los pechos, las nalgas, las pantorrillas y la zona posterior de las rodillas. Esto último no se lo imaginaba. El culo no. Quizás porque está ...