1. Mi única vez en un sitio swinger


    Fecha: 15/09/2017, Categorías: Infidelidad Autor: TitaLaPutita, Fuente: SexoSinTabues

    ... me comentó que los habían invitado, a ella y a su pareja, a una. Ellos preguntaron si podían invitar a alguien más y les dijeron que sí, pero en parejas heterosexuales. Esto funciona ya en Europa y Estados Unidos, pero hasta ahora sé que en México las hay también. El asunto es que sí quieren ir, pero no solos por si pasa algo. —¿Qué puede pasar? —No creo que pase algo pues sí puedes hacer el amor con otra persona siempre y cuando se lo pidas, o al revés, y ella y sus parejas acepten. Esto evita problemas, además, no se vale aislarse, se hace el amor frente a los demás… —¡Uy, creo que no me gustaría….! —¿Por qué? Sólo iríamos a ver cómo cogen y a que nos vean, algo nuevo aprenderemos. —¿Y qué tal si te gusta una güera frondosa de las chiches y las nalgas? Seguro que me dejas allí mirando… —Ja, ja, ja. ¿Y si es al revés? Ja, ja, ja. Vamos a aprender cómo se aman otros y así acompañamos a nuestros amigos. —¿Nuestros, Kimo Sabi? —Ja, ja, ja. A mi amiga y a su esposo. ¿Qué dices? Es el viernes en la noche. —En principio sí, pero no sé si a la hora de la hora me arrepienta… —Bueno, ya quedamos, mientras, ensayemos lo que les vamos a mostrar… —me dijo empezándome a besar las chiches… y así seguimos con lo mejor de nuestro repertorio. Por fin llegó el viernes. Mis hijos se fueron a dormir a la casa de mi cuñado, quien ya había dicho que haría una piyamada para sus hijos y sobrinos, lo cual me venía de perlas y no tendría que pedirle a mi hermana el favor de quedarse con ellos. Me ...
    ... vestí elegantemente, pero no sabía para qué ya que se trataba de andar desnudos. —¡Qué linda te ves! —me dijo Eduardo cuando fueron por mí y sus amigos lo secundaron. —Me siento un poco nerviosa, además, no sabía qué ponerme y pensaba “de qué servirá” verse bien si cuando sea la hora de la hora, se verán lonjas y cicatrices… —¡Ja, ja, ja, ja…! —rio a mandíbula batiente José, el esposo de Elvira— En tu caso nuestros ojos estarán en otra parte —completó y Eduardo hizo un mohín de disgusto que notó José y siguió conduciendo sin hacer más comentario. —La verdad, yo vengo muy emocionada, pero tu comentario y tu cuerpo me están acomplejando ya que yo no tengo algo que atraiga mucho las miradas —dijo Elvira—, así que no creo que alguien vaya a solicitar mi compañía. Los comentarios fueron subiendo de tono, Elvira dejó ver que su esposo me tenía ganas, lo cual fue correspondido con la sonrisa de José y un gesto de molestia de Eduardo, quien se apresuró a contestar que nosotros sólo iríamos a ver cómo se desarrollaban estas reuniones y por acompañarlos, tal como ellos pedían, “pero no más”, precisó con firmeza que le provocaron los celos por los comentarios. —¡Uy, qué celoso…! Ya veremos si le dices eso a una güera frondosa en pelotas que te invite a hacerle el amor —dije en tono jocoso para aligerar el ambiente y todos rieron, incluso Eduardo. —¿Y si te lo pide alguien que no está frondosa, pero que sabe hacer muchas cosas ricas y que no es fea? —dijo Elvira, haciendo ademanes de ...
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