1. La casa en la playa 14


    Fecha: 31/01/2018, Categorías: Gays Autor: juanitocaminador, Fuente: SexoSinTabues

    ... Loco, no?, pero cada primer día hábil del mes, luego de la cena, el tío Juan los esperaba en su cuarto, con una tanga, medias y porta ligas negro y esa noche Gato y Mancha se lo cogían de todas las maneras posibles y le daban leche por todos los agujeros. Ésa era la única noche que dormían los tres juntos. El resto del mes, el tío ni se dejaba tocar el culo, pero esa noche, era la reina de las putas. El gato terminó con -si no me creés, abrile el último cajón de la derecha del ropero, ahí vas a encontrar la lencería y una cajita con las fotos que nos sacamos con la Polaroid. Dejá todo como está, no toques nada. Antonio no lo podía creer, pero alguna vez se animó y encontró la tanga y encontró las fotos y todo lo que el Gato dijo. Cuando volvieron al arroyo, el Mancha ya tenía tres bagres grandotes sacudiéndose. Los recibió con una sonrisa socarrona, y mirando al Gato, mientras apuntaba con el mentón para el lado de Antonio, le preguntó -dejaste algo para mí? El Gato, serio, respondió,- ...
    ... Antonio es un machazo, tuvo para mi, tiene para vos y para 6 más como vos, que te creés?, el sobrino del patroncito es semental como el patroncito! No hubo más polvos esa tarde, pero los tres se hicieron tan amigos que no hubo fin de semana que no salieran juntos a algún lado y que no le sacaran a Antonio un poco de leche fresca. El Gato tenía una habilidad especial para detectar toda clase de hombres de gustos especiales: casados con ganas de probar, solteros deseosos de machos, jóvenes que buscaban iniciación. Esto a pesar de lo pacato, tradicionalista y rígido de la sociedad de Madariaga, o tal vez por eso mismo. Si eran activos, el Gato se hacía cargo, si eran pasivos, Antonio tomaba la posta. Mancha en cambio, por un respeto que el tío no le pedía, rara vez se encamaba con alguno . Así, con la ayuda del Gato, Antonio había pasado por tantos culos de macho que ya había perdido la cuenta. Si el tío Juan lo sabía o no, siempre fue una incógnita. A él nunca le hizo el menor comentario. 
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