Un perfecto desconocido en la red - Relatos Eróticos

Un perfecto desconocido en la red

... apoyó su mano en mis nalgas.“Ahora putita, te voy a romper el culo como nunca te lo rompió nadie”“Vas a saber lo que es un macho de verdad, te voy a dejar el culo ardiendo”Abrió mis nalgas con sus manos y apoyó la gruesa cabeza de su verga contra mi orificio anal. Sentí que esa punta enorme comenzaba a abrirse paso; el primero en sufrir el embate fue mi esfínter, que se dilató al máximo, abarcando toda esa cosa dura que me estaba sodomizando mal…De repente me escuché gimiendo y gritando de dolor…“Así me gusta, puta… que grites de dolor con mi verga enterrada en tu culo”Comencé a quejarme con la boca abierta, soltando una mezcla de gemidos y jadeos suplicantes, como si quisiera todavía más pija adentro.Sentía como me estaba empalando una verga terrible. Mi macho me seguía sodomizando; bombeándome sin piedad, desoyendo mis súplicas de dolor y mis ruegos para que se detuviese…Después de un rato largo de sufrir dolor; comencé a relajarme y a sentir algo de placer, a pesar de que me estaba literalmente rompiendo el orto.“Vamos, putita, me encantó jugar con vos en la entrada, pero ahora voy a metértela entera porque quiero destrozarte el culo…”“Por favor, despacio…” Le imploré: “Me duele mucho, es muy grande…”Pero el tipo largó una carcajada y siguió empujando más adentro de mi ano“Soy tu macho?” Me preguntó riéndose a carcajadas.“Sí… y yo soy tu hembra…” Respondí entre alaridos de dolor y placer…Me la metía a fondo y la retiraba un poco y luego volvía a meter…De repente la puerta ...

... de calle se abrió y apareció allí otro hombre bien fornido, que esbozó una leve sonrisa al ver la escena.“Por fin llegaste… aquí estoy abriendo este culo para que después lo disfrutes vos también…”“No quiero acabar; te quiero coger bien, te quiero romper bien el culo…”Me gritó al oído, mientras me tironeaba del pelo y seguía embistiendo mi trasero con todo el ímpetu posible…Y el tipo seguía metiendo; sacando un poco y volviendo a meter.Yo estaba ya toda rota, dolorida y sentía mi culo abierto a más no poder. Siguió y siguió dándome pija sin piedad durante una eternidad.Mis quejidos lo calentaban todavía peor; haciendo que me metiera a fondo su tremenda verga endurecida. Por fin se tensó hacia atrás, gruñó como un oso y descargó toda su leche hirviente en el fondo de mi ano.Pensé que allí terminaba todo: pero no fue así.El tipo me la sacó muy despacio del culo y se desparramó en otro sillón, regocijándose con la visión de mi culo bien abierto y rebosante de semen…“Te dejé el culo bien roto y lleno de leche, puta…” Me dijo sonriendo.Antes de que yo pudiera decir algo, el tipo le hizo una seña a su amigo, que ya estaba desnudo y se masajeaba su enorme pija entre las manos.“Ahora mi amigo también te va dejar el culo lleno de leche…”El segundo hombre se ubicó detrás de mí, entre mis muslos abiertos y de repente sentí que su verga me llenaba el ano por completo. Gracias a la lubricación y dilatación que ya tenía, no me dolió demasiado.Esa segunda verga era un poco más pequeña que ...