Mi padre... el militar.
Fecha: 20/01/2018,
Categorías:
Gays
Masturbación
Sexo con Maduras
Autor: renovatio111, Fuente: xHamster
... recostó de nuevo y sonriendo me agarró la mano con la que sostenía la esponja y la acercó hasta su pecho. Nunca antes lo había hecho y frotarle el pecho a mi padre podría ser una experiencia tan espectacular como lo había sido frotarle su espalda. Así que bueno, me dejé llevar y me sorprendí a mismo poniendo más gel de baño en la esponja, para ir pasándosela por ambos lados de la cara, bajar por su cuello, continuar por sus hombros y afrontar su velludo pecho. Mi polla estaba dura como una roca. Me dolía la erección. Y preocupado como estaba yo por mi propia polla, no me di cuenta de lo que le estaba pasando a él al llegar a frotarle sus pezones con la esponja enjabonada: tenues gemidos de placer escapaban de su boca. Sonaba parecido a como cuando yo me hacía una paja. Quiero decir que yo también gemía un poco ¡Aquello era increíble! ¡Mi propio padre! ¿Realmente a los hombres les gusta que les soben los pezones? A mis quince años de edad yo no lo sabía aún. Pero quise averiguarlo.Tomando ahora el jabón entre mis dedos se lo apliqué directamente sobre sus pezones, frotando sus tetillas entre mis dedos. Nuevos gemidos me confirmaron que en efecto, a los hombres, por los menos a algunos y entre ellos a mi padre, les gusta que les acaricien los pezones. Por si no estaba lo suficientemente convencido de ello, ahora su polla, erecta, emergía del agua como una culebra. La mía, en los confines de mis jeans, iba a reventar ella sola. Y bien sabía Dios que otro tanto de lo mismo ...
... sucedería con mis huevos.Debí de dejar escapar algún gritito ahogado imaginándome que eso podría llegar a ocurrirme. Ya no sabía lo que hacía, hasta que la voz de mi padre llegó a mis oídos, alta y clara.-¡Vaya, vaya! –exclamó él con su media sonrisa, y una mirada algo vidriosa- ¡Si parece que a ti te guste mirar la verga de tu padre!Por su tono de voz no alcancé a saber si me estaba regañando, o si simplemente se trataba de una observación surgida en un destello de lucidez. Así que fui sincero en mi respuesta sin calcular en las consecuencias.-Me parece que así es, papá- le contesté. ¡Y se te ha puesto bien dura! –añadí.-¿Acaso la tuya no se te pone bien dura a veces, hijo? –me preguntó él sin cambiar de postura, aún recostado en el agua- Con tu mamá fuera estos días, no se necesita mucho para que se ponga así, hijo mío –murmuróSilencio entre los dos, sólo rato por algún chapoteo ocasional. Y en medio de eso, nuestros ojos clavados en los del otro.-Y en algún momento tendré que pajearme, como haces tú –dijo él- ¿No querrás ver eso también, no? Yo ni siquiera pensé que él se masturbaría ahí mismo en la bañera, frente a mi, recostado en el borde. Pero sí tenía muy claro que de hacerlo, me gustaría mucho llegar a verlo. Olí su aliento a cerveza y me pregunté si acaso era ésa la razón por la que me había dejado seguirle hasta el baño, enjabonarle la espalda, jugar con sus tetillas…Entonces con un movimiento rápido, casi marcial, saltó del agua y agarrando una toalla colgada en la ...