1. LA PLAYA NUDISTA


    Fecha: 06/01/2018, Categorías: Primera Vez Sexo en Grupo Voyerismo Autor: chatoo, Fuente: xHamster

    ... que no pasaba nada, y que no éramos los únicos en esas prácticas. Que en esa playa el había visto demasiado. Yo, ciertamente me había dormido, pero ya estaba despierta. No se si hablaron algo entre ellos o todo fue el azar, pero los besos de mi marido me iban poniendo cachonda a medida que me besaba y me tocaba. Me ponía cachonda ver como nos miraba Ramón. Pero también me daba vergüenza que viera a mi marido tocando mis pechos, mi pubis y mi sexo. Me sentía agitada. Ya hasta deseaba que me follara, pero claro, tendríamos que irnos al pinar, lejos de la mirada de la gente y sobre todo de la de Ramón. Mientras yo pensaba en como acabaría aquello, Ramón me lo enseño en un segundo.Los besos de mi marido, su mano acariciándome los pechos y el vientre, y yo relajada por entero, sin importarme que Ramón nos estuviera viendo, quizá le hicieron pensar a este último que yo le abría la puerta de mi cuerpo. Confieso que me excitaba la idea de ver como Ramón miraba mi cuerpo. Con mis ojos cerrados, sentía las manos de mi marido, pero ponía la cara de Ramón en ellas.Mi marido se afanaba en besarme los pezones y tocarme el vientre cuando una mano se poso encima de mi vello púbico, para sin dilación bajar hasta el comienzo de mi raja. Pensé que era mi marido quien me tocaba y me empapé más de lo que ya estaba. La sorpresa vino después, cuando mi marido, con sus manos sobre mis pechos me beso ardientemente y otra boca se poso en mi raja. ¿Qué estaba pasando? Abrí los ojos y me encontré con ...
    ... los de mi marido que me miraba complacientemente. Dejó de besarme por un instante e incorporé mi cabeza ligeramente para, ante mi sorpresa, descubrir a su amigo Ramón, lamiéndome el coño por entero. Aturdida deje caer mi cabeza y miré otra vez a mi marido. Sostuvimos una mirada llena de lenguajes. El esbozó una sonrisa y me beso otra vez mientras yo permanecía con los labios cerrados. Me sujetaba la cara con ambas manos como convenciéndome que lo que pasaba estaba bien. Ramón se afanaba por proporcionarme todo el placer del que era capaz. Lo tenía fácil en verdad. Yo estaba excitada y muy mojada. Cuando abrí los labios y permití a mi marido penetrar en mi boca con su lengua, el creyó entender que yo estaba de acuerdo con lo que estaba sucediendo. Pensé que si a el no le importaba aquello, tal vez a mí tampoco debería importarme. Al fin y al cabo solo estaba haciéndome una lamida en toda regla. Sólo estaba ayudando a mi marido a darme placer. Y de qué manera lo hacía.Me había entregado al juego. Ramón me lamía y mi marido me tocaba los pezones y me besaba. La lengua de Ramón penetraba en mi coño de arriba abajo y de abajo arriba. Se cebaba en mi clítoris y aplicaba en él unos golpecitos con la punta de su lengua, que me hacían encoger las piernas lo que podía, pues el abrazaba mis muslos por delante. Mi marido se giró hacia mi lado y ahí empezó todo. Ramón se levanto y se tumbo encima de mí. El también quería besarme en la boca. Se lo permitió. ¿Por qué no?, si ya me había ...