LA PLAYA NUDISTA
Fecha: 06/01/2018,
Categorías:
Primera Vez
Sexo en Grupo
Voyerismo
Autor: chatoo, Fuente: xHamster
... pero me dije que así, no me observaría tan descaradamente, pues Ramón no me quitaba ojo y hasta cuando me besó en la presentación que hizo mi marido, parecía como si me oliese. Hasta creo que me rozó con su pene en el muslo. Pues le tiene largo y grueso.Nos metimos los tres en el agua, el a cierta distancia de nosotros y aparte de algunas bromas y risas todo transcurrió normal, si exceptuamos las veces que mi marido me quiso tocar impúdicamente bajo el agua. Terminado nuestro baño, salimos del agua a tomar el sol. Nos quedamos en la orilla y he de decir que yo había vencido todo pudor de estar allí, de que me vieran desnuda. De que me viera desnuda Ramón. En verdad, ya no daba importancia a mi desnudez. Cierto es que no me gustaba que me vieran con dos hombres a mi lado. Podían pensar que era una cualquiera. Pero me sentía cómoda con ellos a mi lado……sobre todo con sus pollas cercanas, en especial la de Ramón. Aquella tranca copaba mi atención cuando la podía mirar sin ser vista por él.Ramón, muy amablemente nos invitó a compartir su comida con el. Tenía cantidad de sobra y según dijo, le apetecía estar con alguien conocido. A mi marido la idea le gusto, ya que hizo lo posible por ponerme en evidencia, con lo cual yo tuve que aceptar el quedarnos a compartir su comida. En ese instante yo no sabía que también me iba a compartir a mí.Comimos ensalada, embutido y alas de pollo frías. Y bebimos. Bebimos y bebimos. Bebimos toda la sangría que se puede beber. El calor nos daba ...
... sed y tirábamos de sangría, con vino, y la sangría nos mareaba, especialmente a mi. Ramón había llevado, exagerado él, una garrafa de cinco litros de sangría. Estaba muy buena, todo hay que decirlo. Y estaba casi congelada, con lo que estaba fresca.Una vez hubimos terminado de comer, nos dispusimos a echarnos la siesta. A mí, me daba cosa, estar con dos hombres desnudos a mi lado, pero al final accedí a tumbarme cerca de ellos. Tanto Ramón como mi marido, se tumbaron boca arriba y yo podía ver sus penes descansando sobre sus vientres. Yo me tumbe boca abajo, lo cual me permitía, cada vez que me incorporaba echar una miradita.El calor empezaba a apretar y la sangría me adormilaba. Así, poco a poco me fui quedando dormida mientras pensaba en la polla de Ramón. Toda una señora polla, pensé.Todo fue muy lento y muy rápido a la vez. Mi marido empezó a acariciarme la espalda primero, después mis nalgas, mi surco del culo, y según lo hacía se iba empalmando. Yo mantenía los ojos cerrados y en verdad, no recordaba que estuviera allí, con nosotros Ramón. Me dejé llevar. Me estaba dando gusto su masaje con la mano. El me dio la vuelta y me puso boca arriba y entonces fue cuando abrí los ojos y allí a mi lado izquierdo estaba Ramón, incorporado sobre su codo, viendo como mi marido me tocaba. Quise protestar ante la actitud de mi marido pero el me lo impidió con un beso que ahogo por entero mis quejas. Oí a Ramón que decía algo como que a el no le importaba, que el ya estaba acostumbrado, ...