Mi cuñada Zayr
Fecha: 14/04/2021,
Categorías:
Incesto
Tus Relatos
Autor: Fernando Morante, Fuente: computo.ru
... liberar tensiones acumuladas por tantos años de deseo. Ella comenzó a besar mi pecho y así fue descendiendo hasta encontrar mi verga erecta frente a su cara, la tomó con ambas manos, acariciándome los testículos y después con su lengüita absorbió la gotita transparente que emergía y después de darle un beso se dispuso a chupármela, primero fue la cabeza, se la metió a la boca con una delicadeza increíble y poco a poco se fue metiendo toda mi verga a su boca y sacándola despacio, la volvía a meter. No sé cuánto tiempo duró esta acción, yo ya había perdido la noción del tiempo, y cuando ya no aguantaba más, se levanto de la cama, busco en una gaveta de una mesa un lubricante. Se coloco aquel gel en su trasero y luego en mi pene, y con una gracia sin igual se dio media vuelta y me ofreció su lindo trasero. Se pegó a mí y mi verga quedó entre sus nalgas, húmedos como estábamos, sentí el roce de mi verga entre sus piernas, exactamente en la entrada de su vagina. Ella ya se contorsionaba con la excitación y sólo murmullos de goce salían de sus labios. Instintivamente ella separó sus glúteos y miré su culito brillante, húmedo y lubricado, puse mi verga en posición, ella con sus manos lo puso en dirección y empecé a empujar introduciéndose primero la cabeza de mi verga en su culito para después metérsela toda poco a poco, disfrutando de esas sensaciones sin par. Ella misma empezó a moverse sensual y lentamente permitiendo que mi verga saliera de su culo a menos de la mitad y ...
... después metérsela de nuevo, ¡qué delicia! Yo por mi parte no paraba de besarle la nuca y con una mano le acariciaba los senos y con la otra le acariciaba el clítoris, metiéndole uno, dos y hasta tres dedos en la vagina. En ese momento empezó a gritar como poseída y ya no pudiendo más, me vacié dentro de su culito, le llené el culo con mi semen y aunque me dolía, no le saqué mi verga. Nos quedamos pegados por un buen rato hasta que ya no pudimos más y nos dejamos caer sobre la cama.
Descansamos y hablábamos de lo rico que aquello había sido. Luego, lentamente se separó de mí, yo estaba acostado boca arriba, ella se acercó a mí, y me dio un beso en la boca y con su mano empezó a jugar mi verga; al notar que aún permanecía dura se puso encima de mí y montándome, y con sus manos dirigió mi verga hacia su vagina sentándose y se la introdujo toda, y empezó de nuevo el vaivén. Me pidió que le estrujara sus pechos, que se los lamiera, que se los mordiera, estábamos en un punto increíble de excitación, se vino no sé cuántas veces. Exhausta cayó a mi lado me cubrió de besos. Ella parecía insaciable, me decía que tenía años sin tener sexo, por lo que las ganas las tenia comprimidas.
Me quede dormido unos minutos y comencé a sentir sus labios en mi pene y cuando notó que aún estaba dura, me dijo que no podía desperdiciar esa maravilla y poniéndose de cuatro patas me ofreció un increíble espectáculo su ano y su vagina listos y dispuestos a esperar mi verga y sin hacerla esperar empecé ...