Mi cuñada Zayr
Fecha: 14/04/2021,
Categorías:
Incesto
Tus Relatos
Autor: Fernando Morante, Fuente: computo.ru
MI CUÑADA ZAYR
Debo confesar algo, lo que más me excita de una mujer son sus piernas. Hay hombres que les excita el trasero de una mujer, o los senos. A mí me excitan las piernas bien formadas, bien torneadas y si son blancas mejor. Creo que esa ha sido mi perdición en la vida.
Mi cuñada para aquel entonces tenía unos 40 años, era hija de la anterior pareja del padre de mi esposa, es decir, su hermanastra, aunque se habían criado bastante cerca por lo que esa división entre ellas no existía. Recién se acababa de divorciar. Su ex esposo, era un vago, un chulo, mujeriego, compartía muy poco con nuestra familia, por lo que había mantenido durante 10 años a mi cuñada alejada de la familia, así que eran pocas las veces que había compartido una reunión con mi cuñada. Hasta que se divorcio del chulo. La familia de mi cuñada vive en una ciudad bastante alejada de la nuestra, así que prácticamente, nosotros éramos su única familia que tenía en la ciudad.
La primera reunión a la que asistió en mi casa, era la celebración de las navidades. Normalmente mi familia y la familia de mi esposa, nos reuníamos en mi casa, porque era la más espaciosa y la mas cómoda.
Mi cuñada mide como 1,70 y es más o menos atractiva. Comparada con mi esposa, no es bella pero tampoco es fea. Ella se preocupa por su figura, normalmente pasa tiempo en el gym, así que tiene buen cuerpo. A raíz de su divorcio comenzó a cambiar su forma de vestir por lo que se estaba vistiendo mas provocativa.
Todo ...
comenzó en la navidad del 2014, tal y como dije, teníamos una reunión en nuestra casa. Yo había tenido una semana muy difícil, soy arquitecto y dueño de una constructora, así que tenía varias obras civiles que atender y que por la temporada navideña, se estaban retrasando. Estaba tan cansado que preferí recostarme un poco en uno de los cuartos de la casa. Estaba tan oscuro el cuarto que a pesar de tener la puerta abierta, no se veía nada para adentro, así que no tuve problemas en observar lo que sucedía sin que me vieran. Entonces la vi. Estaba recostada en el cuarto de enfrente viendo televisión, no alcanzaba a verle el rostro pero sí el resto del cuerpo. Traía un vestido blanco, bastante floja por cierto, lo que hacía que al levantar las rodillas, el vestido se le subía casi hasta la cadera. Era la primera vez que la observaba en vestido o falda. Siempre y hasta ese momento, había usado pantalones. Miré sus piernas por primera vez y desde ese momento me parecieron hermosas, blancas, muy suaves, preciosas. Toda ella me pareció hermosa, sus pies, sus piernas, sus brazos, entonces se acomodó de manera que quedó con sus piernas frente a mí y no dejaba de subir y bajar las rodillas. Esas piernas comenzaron a obsesionarme y más cuando en una de esas levantó de más las piernas y me dejó a la vista el triángulo de sus calzoncitos blancos. Fue demasiado. Yo sabía que estaba completamente atrapado por esas piernas, por esas nalgas y por el triángulo blanco de sus calzones. Más tarde ...