Karina, el segundo encule de mi vida (2)
Fecha: 30/12/2017,
Categorías:
Grandes Relatos,
Erotismo y Amor
Autor: Tonyzena67, Fuente: CuentoRelatos
La relación con Karina siempre fue y ha sido una muy especial para mí. Desde lo profesional a lo personal esta chica me había llenado las expectativas. Es de esas personas sinceras, que van siempre al punto y no esconden sus sentimientos. Y aquel amanecer erótico fue uno de muchos amaneceres donde la mayoría de veces Karina me despertaba con su delicada rutina oral, las cuales la mayoría de veces yo realmente yacía dormido. Siempre fue una delicia despertar de esta manera pues después de un largo día de trabajo el cual comenzaba a las 8 de la mañana, llegábamos a las 6 de la tarde, cenábamos algo ligero y caíamos en esa rutina de leer los libros de Karina, algunas veces nos íbamos directo a la cama, otras veces a la piscina o en la jacuzzi de mi o nuestra habitación, para luego caer rendidos al sueño y despertar haciendo el amor. Desde esa primera vez que hicimos el amor, desde ese día Karina se había movido del cuarto del final del pasillo y por primera vez, por aquel tiempo los guardas ropa, las gavetas de mi habitación tenían ropa femenina y sus zapatos inundaron los espacios de esas zonas de mi habitación que siempre estuvieron vacíos. Karina lo llenaba todo y quizá eso permitía y convertía mi trabajo a otro mero placer de la vida, pues Karina siempre estaba conmigo en la oficina y no me cansaba de convivir con ella, pues su belleza y su coqueteo meloso me hechizaban a diario. Recuerdo esas faldas ejecutivas que regularmente caían a solo un par de pulgadas de su rodilla, ...
... las cuales contemplaba cuando se vestía después de hacer el amor y de luego darnos un baño por la mañana. Sabía que no llevaba ropa íntima, que siempre había sido así, pero ahora yo era ese privilegiado que conocía su intimidad. Sabía que cuando usaba pantalones, era porque pasaba su periodo menstrual y aquella semana usaría ropa íntima y quizá hasta suene enfermizo, pero me encantaba ver y sentir ese aroma diferente en el baño cuando Karina menstruaba. Quizá para muchos pueda sonar hasta grotesco, pero nosotros teníamos sexo aun en esos días del mes, aunque regularmente aquello sucedía al darnos el baño en la mañana. Me gustaba ver como lo blancuzco de mi semen contrastaba con lo rojo de su sangre y por alguna razón, esos días Karina se volvía multi orgásmica, más activa sexualmente y nos complementábamos mucho, pues a mí todo aquello me encantaba. Le había hablado de experimentar sexo anal, algo que ella nunca había experimentado. Me hablaba que sentía miedo, pues a pesar que yo era su primer hombre en su vida, a través de algunas películas pornográficas que había visto de relaciones heterosexuales, ella sabía que mi pene era algo más grande y grueso que el promedio. Nunca me lo negaba, solamente me pedía que le diera tiempo para mentalizarse, que ella me quería complacer en todo, que estuviera seguro que su rico trasero algún día iba a estar conectado directamente con mi verga. Realmente Karina no hablaba así, su vocabulario era uno afuera de las palabras obscenas y todo ...