Francisco en Tegucigalpa - Relatos Eróticos

Francisco en Tegucigalpa

... “Hágase pa' acá”. Yo que estaba hincado a su lado moví mi culo más cerca para que jugara con el. Francisco me dijo “no, vengase para acá” y con gestos me indico que me montara en su cara. Yo traía el suspensorio deportivo para no ponerle mis huevos y verga en la cara, pues lo que íbamos hacer era un 69.Me monte entonces sobre su cara. Mis rodillas muy cerca a sus anchos hombros y empezó a besarme la rajada y sobarme las nalgas. Con ambas manos me abrió las nalgas y empezó a besarme, a chuparme el culito. Su barba me picaba cuando me tallaba la piel de esa área en medio de los huevos y el ano y me enloquecía.Con un dedo me abrió un poco el culo para poder entonces poder meterme más su lengua dura. Me chupaba y lamia con su boca abierta la parte interna de las nalgas, dejándome su saliva por todas partes. Continuaba jugando con mi culo, abriéndome y cerrándome las nalgas y poniendo más saliva. Me metió dos dedos y los abrió y sentí mi culo también abrirse y relajarse. Una vez más me metió la lengua todavía más profunda y la movía hacia los lados y de una manera giratoria.Me desmonté, pues yo ya estaba listo a recibir su verga en mi culito goloso. Me moví a los pies de la cama y me puse de perrito. Él se levantó y vino hacia mí. Me estiré para alcanzar el lubricante que estaba en el buró; él me agarra de las caderas y me estira hacia él diciéndome, “espérese que todavía no termino” y continuó mamándome, chupándome el culo. Me puso harta saliva, me metió tres, cuatro dedos ...

... abriéndolos y con ello abriendo, dilatando mi culito aun mas. Me deje llevar por el goce. A un punto el se paro cerca de la cama, me puso la verga en mi culito dilatado y me la metió suavemente. Sus movimientos eran suaves al principio. La sacaba casi toda para después volverla a meter. Giraba sus caderas en una manera circular y yo sentía que mi culo poco a poco se hacía más grande. Sus manos agarraban mis hombros y no me permitía moverme hacia el frente; mientras que el arremetía contra mi culo metiéndome la verga hasta el tronco. Yo sentía la baba de mi verga salir y colgarse y después caer sobre mis muslos y la sábana que ya estaba mojada. Metí la mano por el medio de mis piernas para acariciarle los huevos. Estaban grandes, peludos y muy encogidos con la piel gruesa. Con la yema de los dedos sentía los pliegues salidos de mi culo y como su verga grande e hinchada salía y entraba de mi hoyito. De pronto paró la acción y caminando alrededor de la cama se movió a la cabecera de la cama.Encendiendo la lámpara sobre el buró, me dijo, “Vengase pa’ca, con las canillas pa’rriba”. El prendió la lámpara sobre el buro. Yo me deslicé sobre la cama; fui hacia él y me acosté de espaldas ofreciéndole mis piernas abiertas. Él las tomo y me estiró todo el cuerpo hacia él. Me dobló las piernas abiertas para tener acceso a mi culito abierto. Yo tome su verga y la guié hasta el ano. Y él estaba viéndolo todo; mi culo y como su verga buscaba mi culo. Empezó a metérmela de nuevo y cuando ya estaba ...