Francisco en Tegucigalpa - Relatos Eróticos

Francisco en Tegucigalpa

Marqué el número de teléfono y después de varios minutes escuche la voz amable de Francisco. Le avisé que estaría en Tegucigalpa la siguiente semana y que yo lo invitaba a que me visitara y pasara un par de días conmigo. Me dijo que sí, que tenia vacaciones esa semana y que se tomaría el avión desde San José.Platicamos de las travesuras que habíamos hecho anteriormente y eso me puso muy cachondo. Le dije de tantas fantasías mías y me dijo que traía la verga bien parada y se le estaba saliendo la babita. Le insinué que quería que hiciéramos un 69, pues hasta la fecha, como él era macho, buga, heterosexual, jamás ni siquiera me había tocado la verga ni los huevos; así que un 69 estaba estaba fuera del orden. Le dije que no quería que me mamara la verga. “¿Que quieres entonces?”, me dijo él, “¿Quieres que te bese las nalgas?” “Si”, conteste yo sin titubear, “y que me pases la mano por la rajada y juegues con mi hoyito”.Llegué a Tegucigalpa el lunes por la mañana y me dediqué a trabajar. Francisco llegó por la noche del miércoles. Baje a recibirlo en recepción y subimos hasta mi suite. Pedí servicio a la habitación, cenamos, y después él fue a bañarse mientras yo veía televisión.Él salió del baño con una toalla alrededor de la cintura. Yo fui a hacer lo mismo. Antes de bañarme me duché, usando una mezcla de sal y bicarbonato de sodio en agua casi caliente. Me duché varias veces hasta que los líquidos salieron tan claros como el agua. Después me metí a la regadera y me lavé muy ...

... bien todo, especialmente las nalgas, el culo, las ingles, los huevos y la verga. Me sequé el cuerpo y salí a la habitación. Francisco ya estaba en la cama cubriéndose el paquete con la toalla. Me acerqué mientras terminaba de secarme y me acosté a un lado de él. Empezamos a tocarnos y besarnos. Me agarro las tetillas y empezó a chupármelas. Su barba ya estaba brotando y el roce con la piel de mi pecho me hacia estremecer. Busque su boca y lo bese y después, lentamente le bese el mentón hasta llegar a su pecho.El ya estaba acostado y yo esencialmente arriba de él. Empecé hacer un recorrido por todo su pecho hasta llegar a su verga erguida y enorme. Le bese el mont de mars y la base de la verga. Le abrí las piernas y le lamí las ingles y los huevos. El olor a jabón predominaba pero había ese otro olor propio de los huevos de los machos. Tome su pene con mi mano y empecé a besarle la punta. El sabor saladito de la babita me volvía loco. Le pele la verga y después con la lengua le acaricie el prepucio y la corona. Abrí mi boca totalmente y me metí su verga hasta la garganta. La volví a sacar y seguí lamiéndole el tronco. Hasta llegar a los huevos. Volví a mamarle la verga de nuevo, moviendo la lengua rápidamente en el área de la cabeza de su pene. Él se abría de piernas y con ambas manos guiaba mi cabeza, restregando mi boca en su verga. Me hizo que parara la acción pues no se quería correr todavía. Me agarraba las tetillas, las nalgas y me metió un dedo en el culo.Después me dijo; ...