El culo de mi tia 2 - Relatos Eróticos

El culo de mi tia 2

... Pero decidí jugarla toda, dado que llegado a esta situación las cosas solo podían ir a peor o mejorar milagrosamente, volví de mi mente a esa habitación; yo semidesnudo con la verga pegada a mi tía, su respiración no era fuerte por lo que debía estar despierta: esperando ¿qué?, me volví el ser más optimista del mundo, y a mi mente fueron todas las cosas que podían pasar si salía bien, la excitación me lleno y empuje de nuevo justo en la mitad de ese culo, con algo de fuerza para que fueran notorias todas mis intenciones, solo eso, empuje y me quede pegado, aguardando unos segundo, al no haber una reacción seguí restregándome, me sentía en las nubes, y ya nada me importaba, en medio del éxtasis, sentí algo, un movimiento aparte del que hacia yo con mi caderas, así que pare un momento para confirmarlo, pero nada pasaba, así que me arrime otro rato más y volví a parar, esta vez me encontré con ese par de nalgas lanzándose hacia atrás, parecía que yo no era el único con dudas, y lanzándose a un abismo, tome esto como una señal de aceptación, casi cualquier cosa lo hubiera sido, pero ese movimiento solo podía significar; Deseo. Ya sintiéndome mas bien en una nube, en alguno de los relatos que solía leer, pero no creer mucho, decidí avanzar más e intentar bajar esa fina tela que aunque fina estorbaba entre el máximo placer y yo, y por si lo anterior no hubiera sido suficiente confirmación, mi tía alzo sus caderas de la cama para permitir que su short (después me daría cuenta de ...

... que no llevaba ropa interior nunca para dormir) fuera quitado por mí, de la manera más incómoda, ya que yo solo me agachaba acostando de lado como ella, no quería incorporarme para sacárselos desde una posición más cómoda, porque aún estaba mi tía en la otra cama, y al estar mi tía marta de lado y yo detrás podía taparme, al acabar de bajar su short, fue majestuoso, aun con la poca luz que daba la calle, pude ver el mejor culo que he visto en mi vida, que llevaba a pesar de llevar años viéndolo y adivinando como era, la sorpresa fue enorme, no sabía qué hacer, pegarle la verga, apretarlo con las manos, ¿metérsela? hasta donde llegaba la disposición de mi tía?, llegado a este punto ya importaba poco, ella estaba caliente y yo también, pasado el peor problema ya las demás cosas serían pequeños desacuerdos. mande mis 2 manos al tiempo, con una sincronía perfecta, y agarre firmemente cada nalga, o parte de cada una, ya que eran muy grandes, de esos culos que parece que salen de la nada, digno de alguna gorda, pero marta no lo era y aun así tenía ese par, las amasaba, no quería quitar mis manos de ahí, por muchas estimaciones que pueda hacer, no supe cuánto tiempo estuve haciendo todo lo que hice esa noche, desde chupar sus pies, hasta agarrar su culo, todo parecía durar mucho, y al mismo tiempo no ser suficiente, mientras tanto mi tía se movía un par de veces, pero no hacia sonido alguno, aun sin querer separarme, queriendo un placer más grande volví a poner mi verga en ese culo, ...