1. Travesura en el Bus (Versión 2)


    Fecha: 19/12/2017, Categorías: Gays Autor: robertototo147, Fuente: SexoSinTabues

    Desde muy pequeño sentí atracción sexual por los hombres maduros. Es algo que no puedo explicar, y tal vez necesite de algún tratamiento psicológico para comprender este apetito goloso que tengo por los machos grandes, corpulentos, gorditos y canosos. Hola soy Lucas, tengo 20 años y soy de Lima, Perú. Y les contaré como fue que dos hombres maduros estrenaron mi culito tierno a los 8, en un bus público. Era un sábado muy temprano, mi padre terminaba de peinarme y dejarme bien arreglado, pues iríamos a su trabajo donde habría un evento para los hijos de los trabajadores; chocolate, juegos, regalos, y esas cosas. Tomamos el bus, y en una hora estábamos en el centro de esparcimiento de la compañía. El evento duró todo el día, y ya luego los adultos empezaban a tomar cervezas, los niños jugando, las mujeres conversando, etc. Les cuento que mi papá nunca me prestó la atención debida; para él, sus amigos eran lo más importante, los eventos sociales. En esa época, él estaba separado de mamá, y se encargaba de mí casi todos los fines de semana. Al llegar el medio día, mi padre ya estaba muy embelesado, conversando y riendo a carcajadas con sus amigotes. Algunos niños ya se retiraban con sus papás o sus mamás, y yo cada vez me iba sintiendo más solo, así que le rogué a mi papa que ya nos fuéramos a la casa. Pero él, una vez más, tuvo otra prioridad, así que no se le ocurrió mejor idea que embarcarme en la misma ruta de bus público, de regreso a casa. Total, él le tenía mucha confianza ...
    ... a todos los choferes que cubrían esa ruta, él tenía el plan de indicarle al cobrador donde tendría que bajarme exactamente; de ese modo, al estar cerca de su casa, me recogería un vecino de él. Que hijo’e puta mi viejo jajaja. Fuimos al paradero, esperamos unos minutos a que llegara el bus, y justo cuando ya lo estábamos divisando a lo lejos, en esa misma dirección venía un señor maduro, corpulento, más alto que papa; ya venía sudando el tipo, venia corriendo para alcanzar al bus. Fue toda una imagen provocadora para mí, se le veía tan varonil aproximadamente unos 60 años, vestía botas negras, un pantalón azul, de esos de mecánico, con franjas blancas fosforescentes en los muslos, camisa de cuadros que estaba desabotonada hasta la mitad, dejando ver sus vellos en el pecho, algunos canos, su barba descuidada, un casco protector y su caja de herramientas en la mano. Yo ni le hacía caso a lo que decía mi papa por quedarme prendido de esa imagen tan alborotadora de ese tipo que, cuando llegó casi sincronizadamente con el bus, me sonrió, y aliviado dijo UFFF CON LAS JUSTAS LLEGUÉ. Mi padre ni caso le hizo. ¡VILLA! ¡VILLA! Gritaban desde adentro del bus. Era solamente el chofer que cobraba pasaje al subir, así que no había cobrador; entonces mi padre me hizo subir, yo me dirigía al fondo pero siempre mirando atrás, y escuchando lo que le decía mi papá al chofer: POR FAVOR COMPARE, ME LO BAJAS EN EL PARQUE BIO, AQUÍ TE PAGO DE UNA VEZ, ¡TU YA SABES DONDE BAJAMOS SOCIO! El cobrador ...
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